Agustín González Chavarín, identificado por la fiscalía mexicana como el “Guty” y/o “El 14?, era un temible líder regional del Cártel Jalisco Nueva Generación. El gobierno federal lo tenía en su lista de objetivos prioritarios. El “Guty” fue capturado el pasado 13 de noviembre durante un cateo a un domicilio en Palmar del Progreso, en Puerto Vallarta, Jalisco.
Durante la detención de González Chavarín, las autoridades incautaron dos armas cortas, cinco cargadores y cartuchos, un vehículo y varias bolsas de plástico con fentanilo.
El operador de Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”, tiene dos órdenes de aprehensión por secuestro y homicidio.
“Don Guty” es un hombre de aspecto cansado y con un rostro triste. Moreno y corpulento, le cuesta disimular la diabetes que le aqueja y que, en muchas ocasiones, le impidió trabajar a pleno en la responsabilidad que tenía encomendada: ser el principal operador del CJNG en la costa norte del estado, en la estratégica zona de Puerto Vallarta y Nuevo Vallarta.
Su acercamiento con el líder absoluto del CJNG —era uno de los seis principales operadores del Mencho— lo hizo responsable de controlar la logística de la organización criminal en su propio bastión (Jalisco), además de abastecer vehículos blindados, armamentos y municiones de alto poder a la escolta personal de Oseguera Cervantes.
Agustín González también estaba a cargo de la compra de armamento de alto poder en los Estados Unidos para hacerlas llegar directamente a pistoleros del cártel de las cuatro letras en Michoacán, que se disputan la plaza con miembros de Cárteles Unidos.
Como actor principal en la organización, el supuesto narcotraficante vigilaba la producción, distribución, transporte y venta de drogas en la región costera de Jalisco. Era responsable de los vínculos con las autoridades de los tres niveles de gobierno.
La aprehensión del líder criminal coincide con la afirmación difundida por la agencia de noticias Reuters, que asegura que la entrega a México del general Salvador Cienfuegos Zepeda fue condicionada por Estados Unidos al compromiso de la entrega y extradición de un importante capo mexicano.
Al menos cinco narcos mexicanos están otra vez en el punto de mira de la justicia de Estados Unidos. Después de las asentamientos de la agencia de noticias, los nombres de Ismael Zambada, el “Mayo” y Nemesio Oserguera Cervantes, volvieron a los reflectores.
La zona costera de Jalisco, sobre todo Vallarta, es estratégica para el Cártel Jalisco Nueva Generación, pues ahí llega buena parte de la droga que comercializa la organización criminal proveniente de Centro y Sudamérica, al tiempo que se estrechan cada vez más los lazos con países asiáticos.
Al balneario mexicano llega también la droga que se produce en la sierra, sobre todo opiáceos y drogas sintéticas, que se distribuyen, desde esa zona, hacia los Estados Unidos. Se suma a eso la importancia que, como zona turística, tiene toda esa región para el propio narco consumo, con sus secuelas de extorsión y otros delitos.