“Coronavirus”, “COVID”, “desconfinar” o “desescalada” son algunos de los términos que se acaban de incorporar al Diccionario de la lengua española (DLE), cuya última actualización suma más de 2.500 novedades, tanto enmiendas como adiciones, que han sido incluidas en su edición digital.
Algunas de estas nuevas palabras se encuentran entre los términos más consultados del año y su inclusión en el Diccionario fue dada a conocer este martes por su directora, la académica de la RAE, Paz Battaner, que ha explicado que “COVID” entra como sustantivo en mayúscula con géneros masculino y femenino.
Pero más allá de las nuevas palabras incluidas en la edición 23.4 debido a la situación provocada por la pandemia, ha habido otras incorporaciones al diccionario como “emoji” o “emoticono”, “trol” o “trolear”, “finde”, “fascistoide”, “animalismo”, “macho alfa”, “nacho” o “gastrobar”.
“COVID” tenía tres problemas como eran la asignación de género gramatical, una ortografía como si fuera una sigla y la intensidad silábica, y aunque la RAE manejaba el femenino porque se trata de una enfermedad, “al final los hispanohablantes decidirán por qué optan”, ha señalado el director de la Academia, Santiago Muñoz Machado.
Desde mayo o junio, con la experiencia de lo que había ocurrido se han estudiado las palabras relacionadas con la pandemia que se han incorporado a esta edición. Y aunque, por ejemplo, “confinamiento” ya estaba en el diccionario, su acepción era referida a un castigo y ahora “ya no es una penalización”: “cuando ocurre una cosa así se observa en directo el cambio léxico y el semántico”, han explicado los académicos.
Sobre la palabra “coronavirus”, el DLE define desde ahora el término como un “virus que produce diversas enfermedades respiratorias en los seres humanos, desde el catarro a la neumonía o la COVID” mientras que COVID aparece como “síndrome respiratorio agudo producido por un coronavirus”.
También se ha añadido “desconfinamiento” para definir el “levantar las medidas de confinamiento impuestas a una población, o a parte de ella, en un territorio u otro lugar”.
Y “desescalada” se ha definido como el descenso o disminución graduales en la extensión, intensidad o magnitud de una situación crítica, o de las medidas para combatirla.
Las palabras “emoji” y “emoticono” también se han incorporado ahora al diccionario, con una ortografía netamente castellana, así como los términos “trol” y “trolear” para definir “en foros de Internet y redes sociales, usuario que publica mensajes provocativos, ofensivos o fuera de lugar con el fin de molestar, llamar la atención o boicotear la conversación.
Y aunque “hilo” no es una palabra nueva, el diccionario ha añadido una adición de acepción relativa a su uso en foros de internet o redes sociales para hablar de una cadena de mensajes publicados sobre un mismo asunto.
El director de la RAE ha explicado el “severo” procedimiento que se lleva a cabo para añadir vocablos. Cualquier ciudadano o académico propone una modificación, se verifica que se usa intensamente sobre los corpus de la RAE y que se usa en la práctica totalidad del mundo hispanohablante. Entonces pasa a una de las comisiones del pleno, se manda a cada una de las 22 academias y así ese año pasan al diccionario.
“No le incomoda al español, una lengua mestiza, la incorporación de palabras en “crudo”, ha dicho el director de la RAE en referencia a los anglicismos en materia de internet: Lo de “el inglés nos invade no es una cuestión de gran preocupación, las palabras se castellanizan y no significan mucho en la inmensidad del léxico castellano”, ha indicado Muñoz Machado.
Y también se ha agregado la acepción coloquial de “finde” como fin de semana. “Es un guiño a los hablantes en España, se aceptó aunque a mi no me gusta, aunque la mayoría de hablantes lo utiliza”, asegura Muñoz Machado, un reconocimiento al uso, fundamentalmente en España.
El trabajo de “reponedor” no existía y ahora la lengua lo ha incorporado a su diccionario. Y se incluye también una acepción nueva de “avatar”, como representación gráfica de un usuario en el entorno digital, o “macho alfa”.
En lo que se refiere a gastronomía, “gastrobar” figura desde este momento como “bar o restaurante que ofrece tapas y raciones de alta cocina” y también figurará “nacho”, para hablar del “trozo triangular de tortilla de maíz, típico de la cocina mexicana, que, frito, se toma como aperitivo, generalmente acompañado de salsas espesas”. Y “faláfel”, plato típico de la cocina árabe.
“Vigorexia”, esa obsesión patológica por desarrollar la musculatura o la actividad recreativa de la “tirolina” son otras de las nuevas definiciones.
La palabra “animalismo” aparecerá asimismo como el movimiento que propugna la defensa de los derechos de los animales y “mundialismo” como el movimiento en favor de la colaboración de todos los países y de la creación de un gobierno mundial.
Desde 1726, ha explicado Battaner, la Academia revisa continuamente su Diccionario, que cuenta con cerca de 100.000 entradas, más de 2.500 novedades introducidas este año, la mitad son adiciones de nuevos términos y el resto son enmiendas, es decir términos que han sido corregidos como ocurre por ejemplo con “marmitako”, (guiso de atún o bonito con patatas, cebolla, pimiento y tomate, típico de la cocina vasca, norte de España) que antes solo figuraba como “marmitaco” en el Diccionario. EFE