El término Reto – de acuerdo a la convocatoria que ahora nos hace con la CONSULTA – se refiere a ese desafío que debemos, como ciudadanía comprometida, llevar adelante, sobreponiéndonos a esos escollos y dificultades y cumplir a cabalidad con la responsabilidad que la vida nos ha colocado por delante; y consideramos que realmente esta acepción resulte válida para ese reto tan enorme que tenemos como país. Las bondades de la democracia se evidencian, por un lado, en su aceptación de la experimentación, y por otro, en su capacidad de auto corrección, en tanto que el totalitarismo que hoy se concentra el el régimen, no experimenta pero impone, pues no sabe corregir; y al no contar con soluciones adecuadas, se empeña en tropelías, como ha sido ese parapeto electoral previsto para del 6/D.
Como ciudadanía responsable hemos asumido muy seriamente el desafío de rescatar la verdadera democracia tantas veces como ha sido posible; unidos y muy conscientes del momento histórico que nos reservó la vida, pendientes de cada arbitrariedad del perverso régimen, atentos ante cualquier desviación de los procesos electorales. Y ahora con la CONSULTA, allí está de nuevo el ciudadano, unido a los partidos verdaderamente demócratas que no se doblegan, dispuestos, decididos, pues en ya se evidencia una posición firme ante los retos del porvenir. Una nación entera con sed de justicia, con deseos de concordia y bienestar; consciente de que esta lucha no es fácil, pero que de aquí en adelante ni la indiferencia, la pasividad, la aquiescencia ni el pusilánime derrotismo serán permisibles ni admisibles; exigiendo a los líderes demócratas unidad y direccionalidad, así como firmeza en su accionar, puesto que el derecho de la ciudadanía a escoger la que considere la mejor alternativa es un derecho inviolable.
Como Nación hemos asumido el desafío de no permanecer por más tiempo impasible ante tanta barbarie, hambruna y violencia como hoy se está produciendo en nuestro país. Un enorme reto que tenemos por delante es lograr soldar, amalgamar esa terrible fractura de nuestra Nación, esa lamentable división, en gran manera auspiciada y alimentada, por el régimen, por el desprecio inducido oficialmente hacia los compatriotas que hemos hecho una opción política disidente, y hacia los que, empujados en la diáspora, se sienten con el derecho que naturalmente poseen de opinar y anhelar un merecido cambio para Venezuela.
Para ello, hemos asumido ese imperativo reto de pasar de lo electoral a lo político. Los retos que tenemos por delante son inmensos, tan inmensos como las ganas, el anhelo y la esperanza de vivir en un país ni de “Cuarta” ni de “Quinta”, sino de PRIMERA. Ese país que anhelamos y merecemos debe surgir de la actitud de sus ciudadanos. Y para ello, cumpliremos a cabalidad con este reto que se nos presenta con esa útil herramienta como lo es la CONSULTA