Un capitán de bomberos de Florida a quien un amigo le disparó fatalmente estaba involucrado en “una conspiración en curso” con él para comprar y vender medicamentos recetados, según los fiscales.
Jay Rind, de 63 años, dijo a los investigadores que un arma se disparó accidentalmente el 2 de noviembre mientras se la mostraba a James Gilliard, de 48 años, de Stuart. Los dos estaban en la casa de pueblo de Rind en Palm Beach Gardens y fue Rind quien llamó a la policía.
Rind fue acusado de homicidio grave en tercer grado. Rind dijo a los investigadores que accidentalmente le disparó a su amigo en el estómago mientras le mostraba el arma de fuego y explicó repetidamente que no sabía que el arma estaba cargada.
La declaración jurada declaró que la reunión del 2 de noviembre fue una transacción de drogas que se había establecido entre los dos a mediados de octubre a través de mensajes de texto, donde los dos discutieron el arma que mató a Gilliard. “Necesito un favor financiero y pondré mi S + W 9 mm en el trato”, decía el mensaje de texto de Rind.
Los fiscales agregaron cargos de tráfico de morfina, conspiración para vender oxicodona, conspiración para vender anfetaminas y conspiración para vender morfina.
Los investigadores también encontraron cientos de mensajes de texto en el teléfono celular de Rind entre los dos, muchos relacionados con la “compra, venta o comercio” de drogas, según la declaración jurada.
La declaración jurada también continuó diciendo que se encontraron drogas en la camioneta de Gilliard la noche del tiroteo, que incluían Xanax, morfina y oxicodona. En el momento de su muerte, un informe de toxicología mostró que Gilliard tenía anfetaminas, Xanax, morfina y oxicodona en su sistema.