China rechazó este viernes comentar la decisión del futbolista francés Antoine Griezmann de romper su vínculo comercial con el gigante de la telefonía Huawei, sospechoso de participar en la vigilancia de la minoría musulmana uigur por parte de las autoridades del país.
“Toda entidad independiente tiene el derecho de colaborar con quien crea conveniente. Es su asunto”, subrayó Hua Chunying, una portavoz del ministerio chino de Asuntos Extranjeros, en una conferencia de prensa.
“Tras las fuertes sospechas según las cuales la empresa Huawei podría haber contribuido al desarrollo de una ‘alerta uigur’ a través de un software de reconocimiento facial, anuncio que termino inmediatamente mi colaboración con esta compañía”, escribió el jueves el atacante del FC Barcelona, que tenía un contrato de embajador con la marca desde 2017.
Los uigures constituyen el principal grupo étnico de Xinjiang, una inmensa región china con 25 millones de habitantes que comparte frontera con Afganistán, Kazajistán y Pakistán.
Según expertos extranjeros, un millón de uigures han sido ubicados estos últimos años en campos de reeducación política. Pekín niega esta cifra y asegura que se trata de centros de formación profesionales destinados a alejar a la gente de la tentación del islamismo, del terrorismo y del separatismo, tras una serie de atentados atribuidos a uigures.
El gigante asiático ha impuesto una vigilancia policial drástica, con innumerables cámaras de vigilancia.
El martes, Huawei fue señalado en Estados Unidos por haber estado involucrado en los test de este software de detección, según el despacho de investigación IPVM.
Huawei ha desmentido con firmeza estas acusaciones, pero no fue capaz de convencer a Griezmann, embajador de la marca desde 2017.
AFP