Cada 21 de diciembre, se celebra alrededor del mundo la llegada del Espíritu de la Navidad, una tradición de origen nórdico que se refiere a un poderoso ser de luz que está dispuesto a proveer abundancia, salud y bendiciones en todo el planeta.
Ritual del Espíritu de la Navidad
Necesitarás:
1 vela azul, 1 vela amarilla, 1 vela roja.
1 cono o varilla de incienso de sándalo o mandarina.
Mandarinas.
Cerillas o fósforo.
Hojas de papel.
Lápiz o bolígrafo.
Tijeras.
Oración al Espíritu de la Navidad
Al momento de comenzar el ritual, es necesario pronunciar una oración que marque la bienvenida a este maravilloso y bondadoso ser de luz a nuestro hogar. Para ello es importante, abrir ventanas y puertas, encender las velas y el incienso.
“En tu nombre, Amada Presencia Todopoderosa, doy la bienvenida al Santo Espíritu de Navidad, quien baja a este planeta con la misión de dar. Te saludo, te reconozco y te bendigo; te doy las gracias por la maravillosa labor de amor, alegría y paz que realizas.
Abro las puertas de mi corazón y de mi hogar a tu radiación, y te reconozco como huésped privilegiado al festejo. Demando, acepto, recibo y realizo una abundante provisión para mí, para mi familia, mis amigos y para toda la humanidad”.
Este texto puedes pronunciarlo o escribirlo en las hojas de papel antes de comenzar con los deseos, que deben ir en este orden:
Por el mundo.
Por tu país.
Por amigos y familiares.
Por ti.
Debes reunir 21 peticiones en total, o las que quieras siempre que sea un número impar. Luego de escribirlas, puedes quemar tus hojas o guardarlas durante todo el año e ir quemando poco a poco mientras se vayan cumpliendo tus deseos.
Posterior a este ritual, puedes celebrar un compartir con tu familia o amigos, para homenajear a este invitado especial con una cena, llena de alegría y agradecimiento.
¿Cómo escribir los 21 deseos?
El Espíritu de la Navidad, como su nombre lo indica, tiene un matiz espiritual más que material. Es por ello que lo más importante que se pide en la carta de deseos gira en torno a esas pequeñas cosas intangibles que llevan a la felicidad plena.
Los deseos se redactan comenzando por las peticiones generales hasta llegar a lo individual. Por ejemplo, se inicia pidiendo por la humanidad, luego por el país, siguen los grupos familiares y de amigos y, por último, solicitudes personales.
Paz, menos pobreza, tener valores, erradicar malos hábitos o vicios, guardar la salud, mejorar o mantener las relaciones personales y laborales, son el tipo de deseos que se agregan a la lista.
La ocasión es propicia para imaginar la Tierra cargada de luz, felicidad, paz, amor, armonía y con menos egoísmo, ansiedad y tristezas. Es un momento para reflexionar, llenarse de propósitos y metas individuales y colectivas que puedan hacer la diferencia.
Con información de quenoticias.com