Sobre Josué Ángel Santana Peña, apodado el “Santanita” pesan varios crímenes y una orden de aprehensión a nivel nacional desde hace tres años, pero sigue huyendo.
Euseglimar González // LA PRENSA DE LARA
Su búsqueda se intensificó en el año 2019 cuando apareció en la lista de los delincuentes más buscados en Venezuela, un año después el hombre de 25 años, se ha “salvado” de las esposas policiales, mientras que sus “aliados” no han corrido con la misma suerte y al menos 33 presuntos integrantes de la banda delictiva han muerto en manos de los cuerpos de seguridad del estado.
En Lara la búsqueda del “Santanita” se intensificó a inicios del año 2020, tras ocurrir un secuestro y varias extorsiones, presuntamente, por parte de miembros del grupo delincuencial. Según fuentes policiales este delincuente de 25 años de edad, tiene conexiones con la banda del “Tren de Aragua”, que opera desde la cárcel de Tocorón y también con “Wilmer el Bachiller”, de Yaracuy.
En julio, Douglas Rico, director del Cicpc a nivel nacional, informó que el “Santanita” es un hombre que “se ha convertido en una prioridad para todos los cuerpos de seguridad” y que se encuentran tras su pista. Pese a que es el “objetivo” de los funcionarios continúa en fuga y haciendo de las “suyas”.
Fuentes policiales han detallado que el líder de la banda no actúa solo, tiene a varios hombres bajo su mando, que presuntamente, son los encargados de lanzar las granadas a los negocios de venta de vehículos, esto una vez los comerciantes se niegan a pagar “vacuna”.
Es “apoyado”
La banda del “Santanita” es de alta peligrosidad, pues no solo extorsionan y amedrentan con granadas y artefactos explosivos, sino que también secuestran. A inicios del año en la región larense ocurrió un secuestro que terminó en homicidio.
Una fuente policial indicó que la banda criminal ha escalado y quienes las integran no les “tiembla” el pulso para matar y cometer otro delitos. Explicaron Santana, presuntamente, es “apoyado” por alias “Niño Guerrero”, pran de la cárcel de Tocorón, quien es vinculado con miembros de la banda del “Tren de Aragua” y de allí vendría su “poder”, sin embargo los cuerpos de seguridad siguen buscándolo hasta debajo de las piedras.
Al parecer el líder del grupo criminal ha estado “reclutando” delincuentes tanto en Lara como en los estados Yaracuy, Carabobo y Aragua, mismos estados donde es buscado por los cuerpos de seguridad.
En una entrevista meses atrás, Luis Izquiel abogado penalista y criminólogo, explicó que los líderes de bandas delictivas del país se sienten con “poder” porque existen dos escenarios que son terribles para el venezolano común y corriente, que es el que sufre los embates de estos hampones, pero también la incapacidad que tienen los cuerpos de seguridad para acabar con estas bandas.
Lara sangrienta
La búsqueda de “Santanita” ha dejado un estado bañado en sangre, pues han muerto 33 hombres, todos señalados en ser presuntos miembros de la banda. En medio de las investigaciones han denunciado irregularidades policiales, donde no solo aseguran que se han cometido allanamientos ilegales a viviendas sino también detenciones a personas, que según los familiares, no tienen nada que ver con el delincuente.
En mayo, en uno de los primeros operativos en La Carucieña, barrio donde se crió “Santanita”, murieron en manos de funcionarios de las FAES, Yeferson José Mendoza Pérez, de 24 años; Geison Griman Acosta, de 27 años y Koli José Álvarez, de 24 años. A los tres chamos los vincularon con la banda y fueron acusados de figurar en el video de Santana Peña, donde amenaza a comerciantes.
“Los señalan a ellos por el color de piel. Imagino que los asociaron con Santanita porque él era de La Carucieña, pero ninguno firma Santana”, contó un familiar.
Dos meses después, el Cicpc logró ubicar en el municipio Jiménez de Lara a seis criminales, todos miembros de la banda, quienes en medio de fuertes tiroteos cayeron muertos.
Entre los muertos estaba William Jesús Barrios Freitez, apodado el “Chuchú”, mano derecha del “Santanita” y miembro “clave” de la banda, presuntamente, se dedicaba planear los ataques y secuestros. En julio llegó a Lara, presuntamente, para llevar a cabo un secuestro de una persona adinerada del municipio Jiménez, pero que fue frustrado por funcionarios del Cicpc.
El “Chuchú”, quien era un privado de libertad de “Tocorón”, según fuentes del CONAS estuvo involucrado en la muerte del comerciante que fue secuestrado en enero.
Se supo que el día que la banda del “Santanita” llegó a Quíbor, presuntamente, cometió un robo millonario en unos galpones y el dinero, aparentemente, iba a ser utilizado para la “logística” del secuestro que tenían planeado, pues con ese dinero podían trasladarse a varios sectores y municipios.
Pero el plan se les cayó, una vez el Cicpc lograra dar con el “chofer” de los delincuentes y tras un tiroteo cayó muerto, tras varios días metidos en las montañas de Quíbor, dos más murieron al hacer frente a las comisiones.
Fuentes del Cicpc detallaron que los hampones cargan armas largas y cortas, además de granadas.
Infiltrados
Criminólogos ven con preocupación cómo los delincuentes están infiltrados dentro de los cuerpos de seguridad. Tal es el caso de la banda del “Santanita”, que en julio los funcionarios del Cicpc detuvieron a dos militares, adscritos al Fuerte Tiuna y una dama que reside en Barquisimeto, supuestamente, los tres se dirigían hacia el caserío Pueblo Nuevo vía Guadalupe, municipio Jiménez para rescatar a los demás integrantes de la banda que estaban incomunicados y enconchados en la montaña, pero no lo lograron.
Al parecer no solo en la banda de Santana hay uniformados involucrados, en el Zulia funcionarios de las FAES están siendo investigados por un secuestro de un productor agropecuario.