En las últimas horas quedó demostrado que el barranquillero Álex Saab Morán no es un simple contratista del régimen de Nicolás Maduro. Su nombramiento como embajador permanente y plenipotenciario ante África –revelado por EL TIEMPO– confirmó la importancia que este tiene para Maduro, quien intenta desesperadamente otorgarle inmunidad ad portas de su extradición a Estados Unidos.
La jugada diplomática para favorecer al señalado testaferro del dictador venezolano fue desestimada por el gobierno Trump. Pero empezó a confirmar lo que hasta ahora era un rumor.
El diario ‘The New York Times’ señaló hace algunos días que el crucero lanzamisiles San Jacinto cumplió una misión militar en Cabo Verde para evitar la huida de Saab y ya fue retirado de la zona.
Sin embargo, EL TIEMPO confirmó que no se trató de un hecho aislado y que, además de movimientos judiciales, Estados Unidos está ejecutando discretas tácticas militares en torno a una trama que va más allá de millonarios contratos turbios firmados por Saab o del ocultamiento de oro y dólares robados por el régimen.
Para agentes federales es claro que el intento de Maduro por proteger a Saab se debe a que el barranquillero tiene las claves de acuerdos secretos con Irán, Turquía y hasta Rusia, que pueden afectar la seguridad de Estados Unidos y de la región.
De hecho, hace 5 días, Irán salió a acusar al gobierno Trump de hacer provocadoras maniobras militares, por la región, con aviones bombarderos, que podrían escalar.
“El buque de guerra San Jacinto ya fue movido de esas coordenadas. Pero le puedo confirmar que llegó otro crucero a reemplazarlo y en este momento se está acercando uno más desde el Atlántico Norte”, le dijo a este diario una fuente federal desde Estados Unidos.
El monitoreo
Y agregó que si bien cumplen misiones alternas en la zona, la vigilancia en torno a Saab es una de ellas. Además, que con ese mismo propósito hay varios agentes en la embajada de su país en Cabo Verde, la misión diplomática más antigua en ese país insular.
EL TIEMPO también confirmó que dos países europeos amigos están apoyando la vigilancia en la zona desde junio, cuando Saab fue capturado en tránsito hacia Irán, a donde iba a negociar gasolina, alimentos y medicinas, de cara a la pandemia, pero también del agresivo bloqueo gringo.
“Uno de esos países tiene en aguas cercanas una nave destinada a monitorear comunicaciones. Al igual que los cruceros nuestros, tienen satélites y tecnología”, explicó la fuente.
Y agregó que fue gracias a ese monitoreo que se detectó a un avión iraní al que Cabo Verde negó el permiso de permanencia. Información sin confirmar dice que la aeronave partió luego hacia Venezuela, sin la carga que quería: Saab.
Para ese momento, Venezuela ya estaba pidiendo que, a través de un gesto humanitario, se autorizara que Saab pasara las fiestas de fin de año con su familia. O que al menos se le otorgara la detención domiciliaria que ordenó el Tribunal de Justicia de África Occidental (Cedeao).
En un coctel de argumentos jurídico-diplomáticos, la defensa de Saab dice que ya hay vencimiento de términos, sin que se le defina su situación. Y que Saab es un diplomático con inmunidad.
El tema lo empezaron a mover con más fuerza cuando el San Jacinto salió de aguas caboverdianas. Incluso, alcanzaron a plantear abrir una sede diplomática en ese país a fin de que Saab la usara de cárcel domiciliaria.
La dilación
Paralelo al tablero militar, funcionarios del Departamento de Justicia ya respondieron las inquietudes que la Corte Suprema de Cabo Verde planteó sobre la extradición de Saab.
En los memoriales se incluye, entre otros puntos, por qué se retiraron algunos de los cargos en los que se sustentó inicialmente la solicitud de extradición. Estos están relacionados con los hermanos colombianos Reinaldo y José Slebi, que –tal como lo reveló EL TIEMPO– habilitaron un vehículo para que Saab ingresara dinero al sistema financiero de Estados Unidos.
Cuando se levante la vacancia judicial, el 15 de enero de 2021, el expediente saldrá de la Corte de Apelaciones, de nuevo a la Suprema, para la decisión final. Y es claro que mientras esta se produce, Estados Unidos no quiere sorpresas.
Biden y retroactividad
De hecho, el gobierno entrante de Estados Unidos ya está enterado de los dos tableros en los que se está moviendo el caso y de la importancia estratégica y geopolítica de que Saab sea finalmente extraditado.
Pero aún está por verse si el gobierno Biden va a seguir esa línea de acción e incluso reforzar la presión.
Mientras tanto, Saab sigue bajo vigilancia. Y es claro que tanto el régimen como sus abogados –incluido el exjuez Baltasar Garzón– van a seguir dando la batalla legal.
“Y nadie descarta que un escuadrón llegue a Cabo Verde a extraerlo o asesinarlo por lo que sabe”, le dijo a EL TIEMPO una fuente federal sin titubeos.
Por el momento, los abogados de Saab siguen buscando jurisprudencia para demostrar que la inmunidad que le da su nuevo cargo sí es retroactiva.
“Contrario a la posición engañosa de Estados Unidos, el principio de inmunidad diplomática retroactiva es reconocido por tribunales federales de los Estados Unidos”, dice su defensa.
Y aunque Estados Unidos califica ese nombramiento como un paso en falso, sin efectos, la defensa dice que hay dos casos en los que tribunales se negaron a cuestionar la certificación del estatuto diplomático, a pesar de que los individuos no ostentaban esos cargos en el momento de las presuntas irregularidades.Saab, por su parte, pasó su primer Año Nuevo en una celda de 2 por 2 metros, con comunicaciones limitadas y el título de embajador plenipotenciario.
¿En qué va la extradición?
En Cabo Verde, la vacancia judicial se levanta el 15 de enero. Ese viernes, el expediente de Álex Saab, que fue devuelto a la Corte de Apelaciones, regresa de nuevo a la Corte Suprema para la decisión final.
Pero sus abogados citaron de nuevo a Cabo Verde ante el Tribunal de Justicia de África Occidental para que obligue a que se le dé detención domiciliaria. Y, ahora, como embajador plenipotenciario de Venezuela, solicitarán la libertad inmediata so pena de multas para Cabo Verde.