El FBI abrió este jueves un sitio en su web para que ciudadanos envíen material audiovisual que permita identificar a los manifestantes que participaron en los violentos disturbios del miércoles en Washington, en los que seguidores de Donald Trump asediaron e irrumpieron en el Capitolio para intentar impedir la certificación del triunfo de Joe Biden.
Los disturbios del miércoles en el Capitolio y sus inmediaciones dejaron más de 50 arrestos y cuatro muertes. Además, varios policías resultaron heridos y se encontraron dos dispositivos explosivos.
“El FBI está buscando información que ayude a identificar a los individuos que están instigando activamente la violencia en Washington”, explicó la agencia de investigación criminal.
“Si usted ha sido testigo de acciones violentas ilegales, le instamos a que envíe cualquier información, fotos o videos que puedan ser relevantes a www.fbi.gov/USCapitol”, añadieron.
Los delitos perpetrados por quienes ingresaron al Capitolio podrían variar desde cargos menores (portación de armas, ingreso a la fuerza) hasta cargos por sedición, que tiene una pena máxima de 20 años de cárcel. Además, hubo incontables escenas de destrozos a la propiedad federal, que conllevan una pena máxima de 10 años de cárcel.
Tras el anuncio del FBI en Twitter, numerosos usuarios respondieron con imágenes de Trump, quien arengó a sus seguidores antes de la marcha hacia el Congreso, o del abogado Rudy Giuliani, quien reclamó ante los manifestantes un “juicio por combate” para resolver las infundadas acusaciones de fraude electoral.
Las imágenes que han dado la vuelta al mundo en las últimas horas resultan aún increíbles: políticos atrincherados y con máscaras antigás, manifestantes instalados en los despachos de los responsables estadounidenses con los pies encima de la mesa y los históricos pasillos del Capitolio invadidos de agentes armados, como si se tratara de una película de acción estadounidense.
Y aunque la calma retornó pasadas algunas horas, estas imágenes quedarán para siempre asociadas al fin del mandato de Trump, que lleva dos meses sin reconocer su derrota, una actitud que ha hecho que una parte de su propio partido lo abandone en este final de carrera.
Lo que tenía que haber sido una mera formalidad para certificar la victoria de Joe Biden en las elecciones, se transformó en una “insurrección” que “rozó la sedición”, en palabras del presidente electo demócrata, cuando una multitud de adeptos de Trump invadió el Capitolio, considerado el templo de la democracia estadounidense.