Aunque la pandemia del Covid-19 ha dejado a su paso un sinfín de momentos muy tristes, también nos ha llenado de esperanza gracias a las inspiradoras historias que día a día se tejen en torno a la de la emergencia sanitaria. Un de ellas es la de Don Gillmer, un hombre originario de Carolina del Sur, Estados Unidos, que tras haber sido diagnosticado con la enfermedad generada por el nuevo coronavirus, tuvo que ser inducido en coma para así contrarrestar los efectos de este padecimiento. Sin embargo, pasó más de un mes y el hombre no recobraba la conciencia e incluso llegó a ser desahuciado. Sin embargo, su historia estaba lejos de terminar y como si se tratara del guion de una película romántica, el amor de su amada esposa le salvó la vida.
Por Hola México
Luego de un mes hospitalizado y ante el deterioro evidente de su estado, los doctores creyeron que no Don no lograría recuperarse e incluso no resistiría hasta la noche, por lo que no dudaron en llamar a su esposa, Lacy, para que acudiera a despedirse de él, en caso de que falleciera en las próximas horas. Al llegar a la cama de su esposo, Lacy no dudó en decirles unas palabras de aliento y más allá de resignarse ante lo que parecía el final de la vida de su amado, se mostró esperanzada. “Solo le dije que lo estaba haciendo muy bien, que lo estaban cuidando muy bien y que estaba en manos increíbles”, explicó conmovida a la cadena de televisión WRDW, afiliada de la NBC.
Las palabras de Lacy fueron escuchadas por Don, quien como por arte de magia comenzó a mostrar cierta mejoría ante las palabras de su mujer y como si se tratara de un milagro, Don se recuperó y ahora puede contar su experiencia de viva voz. “Juro que la escuché, juro que escuché su voz, y cuando ella se fue, yo estaba estable”, compartió emocionado a la misma cadena. “Ella es mi ángel, ella es la razón por la que estoy aquí”, agregó con la voz entrecortada. Fue en el verano del año pasado cuando Don comenzó a sentir los primeros síntomas de la Covid-19. Decidió acudir a una clínica cuando comenzó a tener tos seca, confirmándose así la neumonía y por consiguiente la Covid-19. De inmediato comenzó a recibir diferentes tratamientos, sin embargo, no mostró mejoría. “Recibí plasma de convalecencia dos veces, Remdesevir. Nada estaba funcionando, nada me estaba ayudando a recuperarme, así que nunca olvidaré cuando llegaron con los papeles que tenía que firmar para conectarme a un ventilador. Eso me asustó”, confesó.
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