Los portugueses vuelven al confinamiento general, pero menos estricto que el primero

Los portugueses vuelven al confinamiento general, pero menos estricto que el primero

 

Los diez millones de habitantes de Portugal entraron el viernes en un segundo período de confinamiento general para frenar la epidemia de covid-19, pero el impacto de las nuevas restricciones era menos visible que el de la primavera pasada, indicaron periodistas de la AFP.





Las calles del centro de Lisboa estaban menos concurridas de lo habitual, pero muchos residentes salieron de sus casas, algunos para llevar a sus hijos a las escuelas, que esta vez no estaban cerradas.

“Hay menos gente en las calles pero mire ¡los autobuses están llenos! El metro también estaba lleno esta mañana”, dijo María Andrade, una mujer de 71 años que decidió abrir su pequeño restaurante aunque solo puede vender para llevar.

“Francamente, para mí no hay confinamiento, no me doy cuenta”, dijo Eduardo Carinho, un vendedor de periódicos. “Lo que realmente está cerrado son las tiendas y restaurantes, todo lo demás funciona”, dijo a AFP TV.

Ante el aumento del número de nuevos casos de covid-19 detectados diariamente y la creciente presión sobre los hospitales del país, el gobierno portugués resolvió el miércoles imponer una nueva “obligación general de confinamiento domiciliario”.

Las nuevas medidas, que estarán en vigor por lo menos durante un mes, incluyen el cierre de tiendas, cafés y restaurantes no esenciales o la obligación de teletrabajo cuando sea posible.

Sin embargo, hay muchas excepciones a estas restricciones, incluyendo la apertura de tribunales, iglesias y floristerías.

“Me temo que estas medidas no tendrán mucho efecto”, dijo María Teresa Gomes, una pensionista que acababa de salir de una consulta en el hospital y que caminaba por el centro de la capital de camino a su casa.

“Si el confinamiento fracasa, el precio será muy alto”, advirtió Manuel Carvalho, director del periódico de referencia Publico, en su editorial, pidiendo a los portugueses que se tomen las nuevas medidas “muy en serio”.

AFP