Se llama Jeanne Pouchain tiene 58 años y desde hace tres lucha en Francia porque la reconozcan como una persona viva. La culpa la tiene un tribunal que la declaró muerta tras una disputa con una ex empleada.
Por: Miguel Jorge | Gizmodo
La mala suerte de Pouchain comenzó hace tres años, cuando un tribunal laboral la declaró persona fallecida, presuntamente actuando sobre la información proporcionada por una de sus ex empleadas, con quien estaba en una disputa legal.
Ocurre que el veredicto no solo puso fin a una demanda de una década entre Pouchain y su ex empleada, sino que también arruinó su vida como ciudadana. Su nombre se eliminó de los registros oficiales, perdió su tarjeta de identificación, su carnet de conducir, seguro médico, cuenta bancaria, todo. Desde aquel momento era como si ya no existiera. Según ha explicado a AFP:
Fui a ver a un abogado que me dijo que se resolvería rápido, ya que había estado con mi médico, quien certificó que todavía estaba viva. Pero debido a que hubo un fallo legal, aquello no fue suficiente.
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