Ante el rebrote de casos y la amenaza de una nueva variante supercontagiosa que podría acelerar la pandemia, Francia impuso un draconiano toque de queda desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Durante 12 horas diarias, los franceses de todo el país están confinados puertas adentro, y todos los negocios deben permanecer cerrados.
Por La Nación
Restricciones similares rigen en Quebec desde principios de enero, donde rige un toque de queda de 20:00 a 05:00 todos los días. Los canadienses están al borde de un ataque de nervios, sobre todo esa mujer a la que se vio sacando a pasear a su novio con correa a las 9 de la noche, argumentando que durante el toque de queda eso estaba permitido, uno de los momentos más pintorescos e inesperados de la pandemia.
La pregunta para los científicos es la siguiente: ¿Las cuarentenas desaceleran la transmisión del virus? Y de ser así, ¿en qué condiciones, y hasta qué punto?
El toque de queda implica que la gente debe permanecer puertas adentro durante determinada cantidad de horas. La medida suele ser de carácter excepcional y se usa para apaciguar la agitación social, durante emergencias sanitarias o después de alguna catástrofe natural.
Pero los toques de queda también han sido utilizados como instrumentos de represión política y racismo sistémico. Hace décadas, en las así llamadas “sundown cities” (“ciudades ocaso”) de Estados Unidos, las personas negras no tenían permitido salir a la calle después de la caída del sol, y muchas veces hasta los desalojaban por la fuerza.
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