Miles de entusiastas del todoterreno y escaladores están desafiando las reglas de bloqueo para reunirse en el desierto del sur de California para la carrera anual King of the Hammers.
El evento de nueve días, que tiene lugar en el remoto Johnson Valley, recibió el visto bueno de la Oficina de Gestión de Tierras, aunque los organizadores de la carrera han dicho que existen protocolos estrictos para prevenir la propagación del coronavirus. Todos los participantes requieren una prueba COVID-19 negativa y una máscara para asistir, y las temperaturas se controlan con regularidad. Las pruebas de COVID también están disponibles en el sitio, según un informe.
El evento, que combina carreras todoterreno con escalada en roca, se extiende por 96.000 acres de terreno público, dijeron los organizadores del evento.
A pesar de los protocolos, miles de personas han llegado a la región. “Las carreteras están llenas”, dijo un residente local al SFGate. “Las tiendas de comestibles están llenas. Todo está empaquetado “.