Los familiares de Cristiane Arena, de 34 años, y su hija, Karoline Vitória, de 9, cuyos cuerpos aparecieron la semana pasada en el patio trasero de su casa en Pompeia, en el estado brasileño de Sao Paulo, han declarado a la Policía que la mujer cavó la tumba en la que fue enterrada junto a su pequeña. Los principales sospechosos de este crimen son la hija mayor y la expareja de la víctima.
Las dos estaban desaparecidas desde noviembre del año pasado, pero hasta el pasado martes, 2 de febrero, cuando sus cuerpos fueron encontrados, no se supo del fatal desenlace.
Alertados por una denuncia de abusos
La Policía llegó a la vivienda después de recibir una denuncia que informaba sobre que la hija mayor de Cristiane Arena, una adolescente de 16 años, estaría siendo abusada por su padrastro, el compañero sentimental de su madre.
Al llegar, los agentes encontraron al hombre y a la menor y se los llevaron para tomarles declaración. En un primer momento, la adolescente dijo que su madre se había marchado con su hermana pequeña después de haber conocido a un nuevo novio.
Según el jefe policial Cláudio Anunciato Filho, los testimonios fueron contradictorios, por lo que profundizaron la investigación y encontraron que el compañero de la desaparecida estaba manejando la cuenta bancaria de la mujer, que había sido despedida recientemente y había recibido una indemnización.
El sospechoso se encuentra desaparecido
La adolescente fue trasladada a la Fundación Casa de Araçatuba y el hombre ya no volvería a ser localizado después de que se descubrieran los cuerpos. Ambos son sospechosos del doble asesinato.
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“La adolescente no admite nada en su testimonio sobre su participación (…) ni siquiera que tiene una relación sentimental con su padrastro. Pero ya tenemos evidencia de que la relación existe”, dijo Anunciato Filho.
Ahora, la hermana de la víctima asegura que Cristiane había comenzado a renovar la vivienda la misma semana en que fue asesinada y que su hermana cavó su propia tumba: “A la medianoche, mi hermana cavó su tumba, sacó toda la tierra, la tiró toda allí”, recogen medios locales como Pleno News.
Según el peritaje realizado por la Policía, Cristiane murió apuñalada, mientras que la niña recibió un golpe en la cabeza. Los cuerpos fueron encontrados en avanzado estado de descomposición a 1,5 metros de profundidad. El testimonio de la hija mayor de Cristiane fue fundamental para encontrar el cuerpo de su hermana, después de que indicara el lugar exacto donde se localizaba el cadáver.