El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, dijo hoy que quizás sea la Unión Europea (UE) la que se está desconectando progresivamente de Rusia y no al revés, como ha sostenido el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, en un blog tras su visita a Moscú.
“Surge una pregunta razonable: ¿Quién se está alejando de quién?”, señaló Lavrov en un comentario publicado en la página web del Ministerio de Asuntos Exteriores.
“¿Quizás sea la propia Unión Europea la que está alejando a Rusia, su lengua y su cultura?”, añadió el ministro de Exteriores.
Borrell consideró el domingo en su blog “lamentable” que las autoridades rusas no hayan aprovechado su reciente viaje a Moscú para tener un diálogo “más constructivo” con la Unión, constató que ambas partes “se están distanciando” y sostuvo que “Rusia se está desconectando progresivamente de Europa”.
Lavrov dijo al respecto que él habló con el alto representante de la UE sobre la “importancia de construir las relaciones entre Rusia y la UE sobre una base sistémica”.
Asimismo, sostuvo que reafirmó en la reunión del pasado viernes con Borrell “nuestro enfoque en normalizar toda la gama de relaciones con la Unión Europea, basadas no en demandas unilaterales, sino en el respeto mutuo y la consideración de los intereses de los demás”.
“Con tal enfoque, también estamos listos para la interacción en ciertas áreas en las que nuestros intereses coinciden”, añadió, al tiempo que indicó que en el encuentro “se acordaron campos para profundizar la cooperación, como la salud, la ciencia y tecnología, y el cambio climático”.
Si se suma a esto el sector energético, “obtendremos una agenda mutuamente beneficiosa bastante sólida, si no la sacrificamos por juegos geopolíticos”, subrayó Lavrov.
El ministro ruso de Exteriores sostuvo que en 2014 la propia UE “desmanteló la arquitectura de lazos multifacéticos con nuestro país que se crearon con tanto esfuerzo a lo largo de los años”.
De acuerdo con Lavrov, la razón fue el apoyo de la UE al “golpe de Estado anticonstitucional” en Ucrania con “un regusto antirruso” y como resultado se suspendieron las cumbres entre la Unión y Rusia y las reuniones del Gobierno ruso con la Comisión Europea (CE).
También quedaron congeladas las reuniones del Consejo Permanente, consejos de asociación y dos docenas de diálogos sectoriales, y, según dijo, antes todavía se interrumpió el trabajo en un borrador sobre un “acuerdo prácticamente terminado” sobre la exención de visados para viajes cortos.
Asimismo, sostuvo que desde que los países Bálticos se sumaron a la UE, “hubo una discriminación abierta y consistente contra la población rusoparlante que vive allí” y que hay “un creciente ataque a las actividades de los medios rusos”.
EFE.