Ante la obligatoriedad en China de realizarse tests para los viajes por Año Nuevo Lunar, algunos emprendimientos privados están sacando cuentas alegres, con servicios personalizados, más costosos, como hisopados en casa o en el trabajo.
China es uno de los pocos países que ofrece este tipo de servicios de visita domiciliaria, que se pueden reservar en aplicaciones de celulares y que permiten a los usuarios evitar largas esperas en abarrotados centros de pruebas u hospitales, a veces al aire libre en el frío.
La aparición de las pruebas personalizadas también refleja en parte la ansiedad individual sobre los riesgos de transmisión, a pesar de que China informa relativamente pocos casos de COVID-19, así como una gama cada vez mayor de opciones de prueba disponibles para los consumidores chinos, según el presupuesto de cada uno.
Ou Yang, trabajadora de la industria de auditoría en la provincia sureña de Fujian, dijo que optó por una prueba a domicilio de 358 yuanes (56 dólares) después de haber reservado inicialmente en un hospital local.
“Es mucho más caro que las pruebas normales (…) pero vale la pena”, afirmó Ou, cuya muestra fue recolectada en su trabajo. “Fui al hospital y hice cola, pero había mucha gente y estaban muy cerca unos de otros”.
El costo está muy por encima del cargo de 80 yuanes por pruebas en clínicas, hospitales y centros de pruebas, aunque el precio de las pruebas de prestadores privados puede caer a tan solo 100 yuanes por persona si lo contratan empresas que organizan pruebas grupales para el personal.
Otros servicios premium incluyen pruebas de emergencia, tiempos de respuesta más rápidos y ofertas combinadas con otras pruebas genéticas.
La demanda de pruebas de coronavirus en general se ha incrementado durante la llamada fiebre de viajes del Festival de Primavera, cuando millones regresan a sus provincias de origen para celebrar el Año Nuevo Lunar.
Se podrían administrar unos 600 millones de pruebas a viajeros a áreas rurales sólo durante la temporada de viajes de vacaciones de 40 días, según una estimación privada, lo que ofrece una recompensa potencial para los proveedores de pruebas.
Las personas que viajan a través de provincias a áreas rurales en particular deben dar negativo en la prueba antes de salir o al llegar, y las autoridades están preocupadas por las infecciones en regiones donde la capacidad para identificar y rastrear transmisiones es relativamente débil. A su llegada, los repatriados se enfrentan a dos rondas más de pruebas.
Reuters