El Sol seguirá funcionando como lo hace ahora por miles de millones de años: hasta que se le acabe su combustible y termine de convertir todo el hidrógeno en helio.
Por: Paula García | FayerWayer
Entonces, más que apagarse de un momento a otro, se volverá muy inestable, convirtiéndose en una gigante roja que devorará varios de los planetas interiores, incluido el nuestro, luego será una nebulosa planetaria, hasta que termine siendo una pequeña enana blanca.
Ese es el destino que le espera a nuestra estrella, pero hagamos el experimento de pensar qué pasaría si no se apagara, sino por alguna extraña razón, desapareciera de pronto.
Nuevos caminos para la Tierra
El Sol nos tiene cautivos, su gravedad hace que la Tierra y todos los otros planetas estén en sus sitios: en sus órbitas elípticas muy bien trazadas. Si de pronto no hubiera más Sol, la Tierra, ni ningún otro planeta tendría esa ancla gravitacional.
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