La petrolera Royal Dutch Shell acelerará los planes a corto y largo plazo destinados a reducir su intensidad neta de emisiones de dióxido de carbono a cero para 2050, según dijo la empresa el jueves, añadiendo que sus emisiones alcanzaron su punto máximo en 2018.
Shell dijo que para 2023 pretende haber reducido su intensidad neta entre un 6% y un 8% desde los niveles de 2016. El objetivo se eleva al 20% en 2030, al 45% en 2035 y al 100% a mediados de siglo. La empresa había dicho anteriormente que reduciría sus medidas de intensidad neta de emisiones de carbono en al menos un 3% para 2022, un 30% para 2035 y un 65% para 2050 con respecto a la base de referencia de 2016.
Los niveles de intensidad representan las emisiones por unidad de energía producida, lo que técnicamente permite una mayor producción.
Reuters