Las Defensorías del Pueblo de Ecuador, Colombia y Perú se pronunciaron en conjunto para exhortar a sus gobiernos y a la sociedad de sus naciones adoptar de forma clara, eficiente y oportuna medidas contingentes de apoyo humanitario a los venezolanos que huyen del régimen de Maduro.
“Exhortamos a fomentar la construcción de políticas públicas con enfoque de derechos humanos, que permitan la integración efectiva y empática de quienes, a pesar de sus circunstancias, optan por asentarse temporal o permanentemente en nuestros países”, aseguraron a través de un comunicado.
Las defensorías requirieron a sus gobiernos no desplegar de forma desproporcionada militares y equipos policiales, como medida para desalentar el desplazamiento de personas en movilidad internacional, con el fin, de evitar actos que promuevan su rechazo en la población de acogida.
Hicieron un llamado a sus naciones de respetar la dignidad humana que como personas migrantes y con necesidad de protección internacional requieren los venezolanos, así como las poblaciones de acogida.
“A nuestras naciones las une un vinculo histórico social y cultural común, que surge de nuestros orígenes y refleja los principios sobre los cuales están edificados nuestros sistemas constitucionales (…) requerimos sensibilidad y empatía con nuestros hermanos en condición de vulnerabilidad”, afirmaron.
Además, pidieron a sus gobiernos a impulsar procesos de regularización migratoria excepcional y accesibles para otorgar un estatus temporal o permanente a los migrantes que dentro de los países enfrentan condiciones frágiles y limitantes para su supervivencia.
“Exhortamos la homologación de estas políticas a nivel sobregional, en virtud de las circunstancias que vive Venezuela como estado de origen de la diáspora”, sentenció.
Por último, aseguraron que la promoción de acciones conjuntas con los estamentos de la sociedad civil, entes públicos y organizaciones de cooperación internacional, para la sensibilización sobre la problemática de la migración y sus protagonistas, permitirá cultivar una verdadera cultura de paz y derechos humanos.
Centro de Comunicación Nacional