La tercera noche consecutiva de violentas protestas en varias ciudades de España contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél, por delitos como enaltecimiento al terrorismo e injurias a la Corona, dejó 16 detenidos y al menos seis heridos, entre ellos dos policías.
Los disturbios fueron de nuevo especialmente violentos en la noche del jueves al viernes en Barcelona (noreste), con ocho detenidos, y también en Valencia (este), con otros ocho arrestados, mientras que no se reportaron incidentes reseñables en Madrid, donde el martes y miércoles hubo también detenidos y heridos.
El Sistema de Emergencias Médicas de Cataluña reportó seis personas atendidas en las protestas violentas en Barcelona, donde dos agentes de los Mossos d’Esquadra, la Policía catalana, resultaron heridos con pedradas en la cabeza.
Las imágenes de quema de contenedores, barricadas, cargas policiales y carreras por las calles se repitieron en Barcelona, mientras que en otras ciudades catalanas como Tarragona y Sabadell también hubo incidentes.
Centenares de personas salieron a la calle en Barcelona, donde hubo lanzamiento de piedras y otros objetos a los Mossos d’Esquadra, con ocho detenciones por desórdenes públicos, y se produjeron daños en mobiliario urbano, vehículos, comercios y la sede del diario El Periódico.
Los disturbios fueron también violentos en Valencia, mientras en Barakaldo, en el País Vasco (norte), la protesta transcurrió sin incidentes.
Al menos 31 detenidos en la noche del pasado miércoles en varias ciudades catalanas y Madrid quedaron el jueves en libertad tras prestar declaración en los juzgados.
Hasél ingresó el pasado martes en prisión tras ser detenido por la Policía, para cumplir una condena de nueve meses de cárcel, seis años de inhabilitación para ejercer cargo público y al pago de casi 30.000 euros de multa por delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias contra la Corona y las instituciones del Estado español.
El rapero ya fue sentenciado en 2014 a dos años de cárcel por enaltecer el terrorismo aunque la Audiencia Nacional española decidió en 2019 dejarla en suspenso por circunstancias como que carecía de antecedentes penales cuando fue condenado, mientras que luego sumó otras condenas por otros delitos, entre ellas, una de dos años confirmada este pasado jueves, y está a la espera de otro juicio por atacar a la Policía de Cataluña.
Su ingreso en prisión ha sido denunciado por numerosas voces de ámbitos como el cultural en España, incluidos reconocidos artistas, y por organizaciones como Amnistía Internacional, mientras el Gobierno español se ha comprometido a revisar la legislación sobre los límites a la libertad de expresión para que determinadas manifestaciones en el contexto artístico no conlleven penas de cárcel.
EFE