El régimen de Nicolás Maduro rechazó “categóricamente” este lunes 22 de febrero las nuevas sanciones que la Unión Europea (UE) aprobó contra funcionarios chavistas, añadiendo a 19 personas a su listado, y dijo que buscan afectar el supuesto diálogo político que, asegura, se desarrolla en su país.
“Señalar con falsos argumentos a ciudadanas y ciudadanos honorables (…) cuya única intención apunta a afectar negativamente el diálogo político que se desarrolla en el país”, dijo en un comunicado el vocero diplomático del chavismo, Jorge Arreaza.
Indicó que estas medidas, impuestas por la UE como una respuesta al show electoral de diciembre pasado que no reconoce, son una reacción a la “frustración de un grupo de Estados miembros” del bloque “por la manifiesta ineficacia de sus acciones para forzar un cambio de Gobierno por la fuerza en Venezuela”.
Arreaza criticó además al bloque por su presunta “incapacidad” para “aceptar y respetar la voluntad del pueblo venezolano”.
Según dijo, estas acciones “arbitrarias” y “sin asidero jurídico” dejan en evidencia “su anacrónica política intervencionista” en Venezuela.
El Palacio de Miraflores consideró estas sanciones como una “suerte de arrogante afrenta a la Organización de Naciones Unidas”, luego de que la relatora especial sobre el impacto negativo de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, Alena Douhan, pidiera el levantamiento de las medidas por sus efectos en la crisis.
“Venezuela hace un nuevo llamado a la Unión Europea para que cese su sistemática agresión contra el pueblo venezolano y abandone, de una vez por todas, los vestigios y pretensiones neocoloniales en su aproximación a América Latina”, agregó, al tiempo que manifestó su deseo de que el bloque reflexione y haya “respeto mutuo”.
EFE