China denunció el miércoles la “connivencia” de Estados Unidos y Japón para interferir en sus asuntos internos, un día después de que Washington y Tokio advirtieran contra el “comportamiento desestabilizador” de Pekín en Asia.
El Secretario de Estado, Antony Blinken, y el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, estuvieron el martes en Japón, en la primera etapa de un viaje destinado a reforzar los lazos de Estados Unidos con sus aliados en la región frente a la creciente influencia de China.
En una declaración conjunta tras las conversaciones con sus homólogos japoneses, Toshimitsu Motegi y Nobuo Kishi, advirtieron que “el comportamiento de China, cuando es incompatible con el orden internacional existente, presenta desafíos políticos, económicos, militares y tecnológicos”.
“Los ministros se comprometieron a oponerse a la coerción y el comportamiento desestabilizador [de Pekín] hacia otros en la región”, añade el texto.
Una declaración que “ataca maliciosamente” la política exterior de China, replicó Pekín el miércoles.
“China deplora [el contenido del texto] y se opone firmemente a él”, declaró a la prensa un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian.
La declaración de Washington y Tokio “no tiene en cuenta los hechos y la verdad”, dijo Zhao, y es un “claro ejemplo de connivencia entre Estados Unidos y Japón para interferir en los asuntos internos de China”, añadió el portavoz.
En ruptura con la era Trump, el nuevo ejecutivo estadounidense quiere refundar sus relaciones con el resto del mundo, especialmente con sus aliados tradicionales.
AFP