“Me encontraba dudoso respecto a la administración de la misma (vacuna), en vista de que no existían estudios fidedignos respecto a sus efectos adversos y la inmunidad que otorga”, esa era la percepción del doctor Daniel Collet, residente de segundo año de Medicina Interna del Hospital Militar Universitario “Dr. Carlos Arvelo” sobre la vacuna Sputnik V. Así también lo percibía el cirujano Wilfredo García, porque “hubo controversia, debido a que fue una de las primeras vacunas y no se conocía mucho de ella”.
La opinión que tenían estos médicos venezolanos sobre la vacuna rusa era similar a la de la comunidad científica internacional, debido a que existía poca información desde que el instituto estatal Gamaleya, anunciara en agosto del 2020 que se encontraba desarrollando una vacuna contra el coronavirus.
El doctor García aclaró que esas dudas se fueron disipando gracias a las publicaciones de revistas científicas. Como el caso de la revista británica The Lancet, que avaló que la Sputnik V crea anticuerpos, que posee una efectividad del 91,8% . Para garantizar la inmunización deben ser suministradas dos dosis con un lapso de 21 días entre las inyecciones.
Otras de las fuentes que utilizaron los médicos para informarse al respecto fueron las publicaciones periódicas de la Sociedad Venezolana de Infectología y la Sociedad de Medicina Interna.
En el caso de Collet, también recurrió la revista The New England Journal Of Medicine y revisó los portales médicos como UpToDate y MedScape que “reportaron el grado de efectividad, porcentaje de inmunidad adquirida según cada dosis, estudios realizados en la vacuna y efectos adversos”.
El 13 de febrero de este año, llegó a Venezuela el primer lote de la Sputnik V: 100.000 dosis. Luego el 6 de marzo arribó al país el segundo cargamento con la misma cantidad de vacunas.
El régimen de Nicolás Maduro aseguró que ambos lotes serían destinados para los trabajadores del área de la salud.
En Venezuela actualmente están disponibles dos vacunas: La Sputnik V de origen ruso y Sinopharm de procedencia china.
El 1 de marzo llegó el primer cargamento de la vacuna china, contenía 500.000 dosis. El ministro de salud del régimen, Carlos Alvarado, dijo que la Sinopharm estará dirigida para 250.000 personas: personal de salud, maestros y pacientes que se encuentren en las pesquisa en casa a casa. A partir del 8 de marzo, empezaron a vacunar a los profesores.
La logística para inyectar la vacuna rusa
“La prioridad era vacunar al personal activo del hospital, la logística consistió en utilizar una sala completa de hospitalización para realizar la jornada” , así lo indicó la doctora Érika Luzardo (*), quien trabaja en un centro de salud público en el oeste de Caracas.
La médico explicó que el hospital no es un centro centinela, pero cuenta con una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) covid-19 y triaje respiratorio para atender a los pacientes que padecen esta infección.
En el caso del Hospital Dr. Miguel Pérez Carreño, sede donde trabaja el doctor Wilfredo García, tampoco es un centro centinela pero han recibido casos de covid-19.
Tanto la parte administrativa como la dirección del hospital se encargaron de buscar la vacuna. En el momento cercano a la jornada de vacunación se nos avisó. Durante el primer día se seleccionó a una cierta cantidad de personas, que fue el caso de los residentes. Luego en el segundo día, la jornada se dividió por servicios de acuerdo a quienes están más y menos expuestos al virus”, relató el cirujano en entrevista para El Diario.
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