Catalent, una empresa manufacturera contratista de Johnson & Johnson, obtuvo la luz verde para producir la única vacuna contra el COVID-19 de una sola dosis que ha sido aprobada hasta el momento en Estados Unidos después de conseguir la autorización de emergencia por parte de la administración de alimentos y drogas del país (FDA, por sus siglas en inglés).
Por Infobae
La empresa, localizada en Bloomington, Indiana, se encarga de las etapas finales de la producción de la vacuna, embotellándo las dosis y coordinando la logística de distribución. El jueves comenzó la distribución de dosis que ya tenían preparadas.
Johnson & Johnson se había comprometido a distribuir 20 millones de vacunas en Estados Unidos para finales de marzo, y 100 millones para finales de junio. Sin embargo, su plan de distribución ha enfrentado importantes demoras. En estados como Florida, donde la vacuna estaba siendo administrada en los centros vacunatorios levantados por el gobierno federal, esta debió ser reemplazada desde la semana pasada por dosis de Moderna o de Pfizer debido al faltante.
El plan de la farmacéutica dependía en gran medida de la posibilidad de obtener un ingrediente activo necesario para la fabricación de la vacuna, el cual pretendían conseguir de Emergent BioSolutions, un laboratorio ubicado en Maryland. Por el momento, la FDA no ha otorgado autorización de emergencia a este laboratorio, y eso habría demorado toda la cadena de producción. Fuentes al tanto de la situación han declarado a varios medios nacionales estadounidenses que esperan que dicha aprobación tenga lugar pronto, posiblemente en la noche del jueves.
Emergent ha entregado millones de dosis a Catalent, donde se finaliza la vacuna, lo que implica que hay millones de vacunas listas. Pero estas no pueden salir de las inmediaciones de Catalent hasta que todos los eslabones de la cadena tengan autorización oficial por parte de las autoridades federales. Las vacunas que se están distribuyendo en este momento son solo aquellas que utilizaron el ingrediente activo producido en Holanda, que ya está autorizado.
Pese a todas las demoras y complicaciones, desde J&J aseguraron en un comunicado que están confiados en que llegarán a cumplir con su objetivo a finales de marzo.
La noticia salió a la luz a través de un comunicado en redes sociales de Catalent. Pero ni J&J ni la FDA han confirmado la autorización, alegando que legalmente no pueden revelar este tipo de datos.
“Los fabricantes autorizados para la producción de vacunas contra el COVID-19 se limitan a los pedidos hechos por los laboratorios que patrocinan las vacunas”, dijo la FDA en un escueto comunicado.
J&J, por su parte, se ha negado a confirmar la información por considerarla “confidencial”. Sus autoridades indicaron que violarían la ley si dan más detalles.
Lo único que pudieron confirmar públicamente todas las partes es que, con la intervención de Catalent, millones de nuevas dosis de Johnson & Johnson podrán ser distribuidas en las próximas semanas.