Son contados los países del mundo en que los planes de vacunación contra el coronavirus y todo lo referente a este tema, no son divulgados con total transparencia y prontitud, por ser un problema de salud pública o mejor, mundial. En Venezuela eso no sucede, impera el secretismo o declaraciones que se traducen o parecen solo vagas ideas que en el fondo no le dicen nada a la población ni al personal sanitario del país. Esto es grave.
Las cifras que manejan organismos serios y confiables sobre la vacunación en América Latina colocan a Venezuela en una situación de alarma. La mayoría de los países comenzaron a inmunizar a sus ciudadanos entre diciembre y enero, destacando Chile, que presenta la tasa más alta de vacunados (más de 4 millones) por cada 100 mil habitantes. Mientras en Cuba ni siquiera han comenzado, a la espera de las vacunas que desarrollan en sus laboratorios, como la Abdala y Soberana 02.
Venezuela, en cambio, apenas ha recibido 750 mil dosis y hasta el 4 de marzo solo había vacunado a un insignificante 0,1% de la población, según datos de Our World in Data. El país es superado por amplio margen por Chile, Argentina, Brasil, México, Costa Rica y Colombia, entre otros.
Aún así, el régimen de Nicolás Maduro ha rechazado de manera caprichosa el ingreso al país de las 12 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, que se lograron garantizar a través del mecanismo Covax, gracias al acuerdo alcanzado por la legítima Asamblea Nacional electa en el 2015, que bien podrían ser empleadas a grupos priorizados como lo son el personal de salud, adultos mayores y ciudadanos de alto riesgo, es decir, aquellos que presentan patologías que los colocan en plano de mayor vulnerabilidad.
Para el régimen, el orden de prioridades es distinto al que vemos en el mundo. Desde que llegó el primer lote de 100.000 vacunas Sputnik V de Rusia, el propio Maduro, quien ya se vacunó, habló que las dosis eran para el personal médico, militantes chavistas, personal militar y de altos cargos de su régimen, miembros del Psuv, gobernadores, alcaldes y policías. Como era lógico, la inconformidad y la irritación se apoderaron de inmediato de la ciudadanía en general.
Por cierto, aunque Maduro nombró a médicos del país (lo correcto era nombrar al personal sanitario), el número de vacunados a la fecha, según nos han reportado, es en extremo bajo.
LA VERDAD EN UN FORO
Sobre todo lo anterior y mucho más se habló durante el foro Salud: Covid-19, Vacunación y Contraloría Ciudadana. El coloquio, auspiciado, programado y realizado por el Frente Amplio Profesional y la Confederación de Profesionales Universitarios (Confepuv), fue moderado por la doctora Olivia Zurita, presidenta de Confepuv; y contó con la participación como ponentes del doctor Enrique López-Loyo, presidente de la Academia Nacional de Medicina; la doctora Mercedes De Freitas, de la Organización Transparencia Venezuela; el doctor Reinaldo Contreras, médico cardiólogo e intensivista; y la licenciada Zuleida Cuiba, presidenta del Colegio de Profesionales de Enfermería del estado Anzoátegui, así como la del diputado a la legítima Asamblea Nacional por Caracas y al Parlasur, Rafael Veloz García.
Después de las brillantes exposiciones que se presentaron durante el foro, en el cual se abordó con suma claridad y objetividad la situación de la pandemia, las vacunas y la controlaría social en Venezuela, salieron a la luz importantes aportes, que deben conocer los ciudadanos, como destacó la doctora Zurita, quien indicó que “uno de los más graves problemas que tenemos en esta pandemia es la desinformación del régimen y no hablar con la verdad, porque eso impide a los infectólogos, médicos, personal de enfermería y trabajadores de la salud en general, poder encarar como es debido esta terrible situación. Pero a la vez si se minimiza lo que sucede y no se presenta en su real magnitud, pues la gente se relaja más y no acata como debe las medidas de protección personal.
CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
Al final del foro, los organizadores y participantes del mismo acordaron que las conclusiones, observaciones, informaciones y sugerencias había que hacerlas llegar a toda la sociedad civil.
Entre las sugerencias volvieron a llamar a la ciudadanía a cuidarse:
A) Cumplir el aislamiento físico.
B) Abstenerse de salir a la calle excepto por una real necesidad.
C) Mantener el distanciamiento de 1,5 a 2 metros de distancia con otras personas.
D) Usar permanentemente la mascarilla o tapabocas.
E) Lavar las manos y el uso de alcohol o gel desinfectante de manera frecuente.
F) Evitar reuniones sociales, especialmente con personas que no convivan en la misma casa.
G) NO automedicarse ni comprar “Combos anti COVID-19.
H) Consultar a los servicios hospitalarios ante la sospecha de haber contraído el virus.
I) Colocarse la vacuna cuando sea llamado para tal fin.
J). No hacerse eco de noticias falsas o bulos.
Entre las conclusiones resaltaron que consideran que las directrices del régimen de Nicolás Maduro “no son las más justas y sí las más erradas desde el año pasado, ocultando la realidad por la cual atraviesa la población venezolana. Esto viene acompañado por la existencia de un sub-registro de la condiciones de morbimortalidad en la población”, afirman.
Por otro lado, señalan que “se encuentra politizado el supuesto plan de vacunación, no dando la atención prioritaria al personal de salud, lo cual queda en evidencia en las cifras de fallecidos desde que llegó al país la pandemia, algo que no pueden ocultar, porque el personal de salud se ha encargado de divulgar la realidad”.
“Esto último es motivado porque quien ocupa la silla de Miraflores, junto a los que colocó al frente para manejar todo lo relacionado con la pandemia, no toman en cuenta las recomendaciones de la más alta autoridad en lo científico como es la Academia Nacional de Medicina”, subrayan.
BIENVENIDAS TODAS LAS VACUNAS, MENOS LOS PROYECTOS DE VACUNAS
“No rechazamos ninguna vacuna real, segura y efectiva; rechazamos las vacunas que estén en proyecto, como por ejemplo la Soberana 02 cubana que quieren imponer. Afirmamos categóricamente que no podemos seguir permitiendo que los venezolanos sean tratados en ensayos como conejillos de indias. De igual manera debemos insistir que se realice la contraloría ciudadana debido a que es mucho dinero para el plan y estamos claros en cuanto al virus de la corrupción imperante en el país”, afirmaron los ponentes.
Por último, alertaron y llaman a la ciudadanía a que “deben reclamar su derecho a la vida y salud”. Y recomendaron a quienes dirigen el Ministerio del Poder Popular para la Salud, que aplicar las vacunas en los llamados hospitales centinelas “no es lo apropiado desde el punto de vista de los estándares de la salud”.
Nota de prensa