Los seguidores de los Rangers de Texas pudieron celebrar al máximo el partido inaugural de la nueva temporada en su campo del Globe Life Field después que fue permitida la entrada a 38.238 aficionados para que presenciasen el partido contra los Azulejos de Toronto, que perdieron por 2-6.
Aunque no se llenó el estadio, la asistencia significó el 96% del aforo completo, que es de 40.000 personas, y se convirtió en la mayor que se da en un evento deportivo en Estados Unidos desde que se desató la pandemia del coronavirus, en marzo del 2020.
Ante la inmensidad de aficionados que acudieron al recinto fue imposible mantener el distanciamiento social, la medida extrema que las autoridades del mundo, incluida la Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), han solicitado a la población para intentar controlar los contagios, que han dejado cerca de 2,9 millones de muertes a nivel mundial. De los cuales, 555.000 se han registrado en Estados Unidos y 48.867 en el estado de Texas.
Sin embargo, la organización de los Rangers decidió que el techo retráctil del estadio permaneciera abierto todo el día como medida de ventilación, otra de las recomendaciones que han establecido autoridades sanitarias de todo el mundo.
Los aficionados también se arremolinaron en los puestos donde se vendían alimentos, bebidas y objetos de recuerdo. Los Rangers son el único equipo que permite ingresar a los aficionados al 100% de la capacidad de su estadio.
La decisión es consecuencia de las medidas del gobierno estatal, que preside el gobernador republicano Greg Abbott, quien aseguró que las estadísticas de contagio van a la baja, y ha retirado la obligación de llevar puestas las mascarillas, además de abrir toda la actividad económica.
Sin embargo, Abbott, que tenía previsto hacer el primer lanzamiento del partido, anunció que no lo haría y a partir de ahora boicoteará todos los eventos de las Grandes Ligas después de que el comisionado Rob Manfred decidió la retirada del Juego de las Estrellas de la sede de Atlanta en respuesta a la nueva ley de votación aprobada en el estado de Georgia.
En una carta enviada a un alto ejecutivo de los Vigilantes, Abbott dijo que “había estado esperando hacer el primer lanzamiento hasta que las Grandes Ligas adoptó lo que resultó ser una narrativa falsa sobre las reformas de la ley electoral en Georgia”.
“Es vergonzoso que el pasatiempo de Estados Unidos no solo esté siendo influenciado por políticas partidistas, sino que también perpetúe narrativas políticas falsas”, destacó Abbott, y agregó que “no participará en un evento realizado por las Grandes Ligas, y el estado no buscará organizar el Juego de las Estrellas, o cualquier otro evento especial de las mayores”.
Al principio el equipo había anunciado que estaban vendidas todas las entradas para el partido inaugural, pero la asistencia oficial pudo ya reflejar el boicot de los aficionados a las Grandes Ligas.
A pesar de la situación que se vivió en 2020, los aficionados de Texas ya habían podido acudir al estadio, con entradas limitadas, durante los playoffs de la temporada pasada, donde se jugó también la Serie Mundial que ganaron los Dodgers de Los Ángeles.
Los Rangers informaron que para los próximos partidos tienen previsto establecer que haya distancia entre los asientos.
Con información de EFE