La región de Castilla y León, en el norte de España, anunció este miércoles la suspensión cautelar de la vacunación anticovid con AstraZeneca a la espera de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) publique su informe sobre el riesgo de que provoque coágulos sanguíneos.
En un comunicado, la consejería de Sanidad del gobierno regional indicó que “en aplicación del principio de precaución (…) ha decidido la suspensión de la vacunación frente a la COVID-19 con la vacuna de AstraZeneca-Universidad de Oxford”.
“La medida cautelar se adopta a la espera de conocer el informe de seguridad que se prevé que elabore el Comité de Evaluación de Riesgos de Farmacovigilancia de la Agencia Europea de Medicamentos, que se reúne hoy” miércoles, añadieron las autoridades de la región.
La EMA, que ofrecerá una rueda de prensa sobre el tema este miércoles por la tarde, indicó el martes que seguía estudiando si la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus está o no vinculada a la aparición de coágulos sanguíneos causantes de trombosis, un fenómeno reportado en varios países.
A mitad de marzo, y al igual que otros países, España suspendió puntualmente la administración de esta vacuna, reanudada días más tarde tras la aprobación de la EMA, que estimó que los beneficios seguían siendo superiores a los riesgos y que por tanto el producto era seguro.
Actualmente, las autoridades sanitarias españolas están administrando esta vacuna a personas de entre 18 y 65 años, así como a trabajadores esenciales de más de 65 años aún en actividad.
El presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, garantizó el martes que todas las vacunas suministradas en España “son seguras, sin ninguna duda”, en una rueda de prensa en la que prometió que para agosto estará vacunado el 70% de los españoles (33 millones de personas).
Hasta la fecha solo se ha vacunado a algo más del 6,1% de la población con dos dosis, y administrado en total más de 9 millones de dosis.
El país suma oficialmente cerca de 76.000 muertos y ha sido uno de los más duramente golpeados en Europa.
AFP