La SEPI solo valoró un trimestre, el último de 2019, para analizar la solvencia de Plus Ultra y conceder a la aerolínea una ayuda de 53 millones de euros. La compañía emitió este jueves un comunicado para tratar de demostrar su “transparencia, solvencia y posición de valor para el mercado español”, ante, dijo, “las múltiples y diversas informaciones que recientemente se han vertido a la opinión pública desde diferentes vías”.
Por ALBERTO ORTÍN / vozpopuli.com
En el mismo aseguraba que cumplía “con creces los criterios de solvencia definidos por la propia SEPI y los demás actores financieros involucrados en el proceso de concesión de las ayudas”. Y que los cálculos se hicieron “utilizando como periodo de referencia el último trimestre de 2019, durante el cual se calculó una ratio de patrimonio cercana a un 70%, teniendo en cuenta tanto la financiación externa como el capital de los asociados (los requisitos de la SEPI exigen un mínimo de un 50%)”.
Vozpópuli contactó este jueves con la SEPI y también con la agencia de comunicación recientemente contratada por la aerolínea para aclarar por qué se ha analizado solo un trimestre de unas cuentas para conceder esa ayuda pública de 53 millones de euros.
La compañía indicó a este diario que, de cara a solicitar el préstamo a la SEPI, se habían proporcionado “los cálculos tomando como periodo de referencia el último trimestre de 2019 porque los cálculos de solvencia son efectuados tomando como base el Balance de situación”, y explicó que se trata de “un estado financiero que refleja en un momento determinado la información económica y financiera de una empresa, separada en tres masas patrimoniales: activo, pasivo y patrimonio neto”.
“Dado su carácter acumulativo y el presentarse a una fecha dada, el Balance del último trimestre de un año concuerda con el correspondiente al del cierre del año. Es decir, las cifras del último trimestre de este balance son las mismas que las del cierre del año”, añadió.
El acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 21 de julio por el que se establece el funcionamiento del fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas establece que podrán optar al mismo, entre otros condicionantes, las sociedades que no constituyan “una empresa en crisis a 31 de diciembre de 2019, en los términos establecidos por el artículo 2 (18) del Reglamento de la Comisión (UE) n.º 651/2014, de 17 de junio (…).
El reglamento europeo establece qué es una empresa en crisis atendiendo a diversos criterios y ratios, pero estos siempre se refieren, no a un trimestre, sino a dos ejercicios.
En particular, la Comisión Europea señala que será una empresa en crisis, distinta de una pyme, aquella que durante los dos ejercicios anteriores el ratio deuda/capital haya sido superior a 7,5, y la ratio de cobertura de intereses, calculada sobre la base del Ebitda, se haya situado por debajo de uno.
El comunicado de Plus Ultra revela que sólo se ha tenido en cuenta para el cálculo de la solvencia de la compañía el último trimestre de 2019, y alude a la “ratio de patrimonio”. La empresa trasladó ayer datos sobre los ratios contemplados por el reglamento comunitario muy por encima de lo necesario para poder hacer la petición.
La compañía explica en sus últimas cuentas que, a finales de 2019, logró “un acuerdo de venta con dación en pago de su A340-300”, en el único trimestre que ha sido analizado para considerar su solvencia a la hora de ser beneficiada con la ayuda pública.
Deuda, patrimonio y causa de disolución
De acuerdo a las últimas cuentas de Plus Ultra, la compañía redujo su patrimonio y fondos propios de un año a otro, mientras que disparó su nivel de deuda.
La aerolínea registró un patrimonio neto por importe de 5,8 millones en enero de 2020, cuando en enero de 2019 era de 8,6 millones; el pasivo a corto plazo pasó de 18 millones a principios de 2019 a 37,9 millones a principios de 2020.
Aunque la aerolínea consiguió incrementar su facturación, de 63 a 94 millones de euros, gracias a los vuelos a Venezuela realizados, la empresa registró pérdidas, como todos los años anteriores de actividad.
Al cierre del pasado ejercicio, Plus Ultra tenía un fondo de maniobra negativo por importe de 5,7 millones; pérdidas en el año de 2,7 millones, y unos resultados negativos que corresponden a ejercicios anteriores de 10,6 millones.
La empresa admite que salvó la situación de disolución gracias a un préstamo participativo. Plus Ultra suscribió en 2017 un préstamo participativo con una entidad panameña de 6,3 millones de euros, que computa como patrimonio neto, evitando encontrarse en causa de disolución.
¿Empresa estratégica?
La ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, ha tratado de justificar el apoyo público concedido a Plus Ultra aludiendo al sentido estratégico del sector en el que opera la compañía.
La Ministra declaró el miércoles en una entrevista que, el hecho de que una empresa sea estratégica, no lo determina sólo la cuota que tenga en el mercado, sino pertenecer a un sector que sea estratégico para España, como lo es en este caso el sector turístico.
La Orden ministerial que regula el fondo de rescate de la SEPI dice que tiene por objeto “compensar el impacto de la emergencia sanitaria en el balance de empresas solventes consideradas estratégicas para el tejido productivo y económico nacional o regional, entre otros motivos”.
En 2019, Plus Ultra operó 823 vuelos en los aeropuertos españoles. Esto la situaba en la posición 166 por tráfico, muy por detrás de Air Europa y otras aerolíneas también españolas como Iberia o Vueling. En total se produjeron 2,36 millones de operaciones en la red de Aena: Plus Ultra apenas representó el 0,03% del total de la movilidad aérea.
La Orden ministerial añade que la decisión de utilización del Fondo atenderá, entre otros elementos, “a la importancia sistémica o estratégica del sector de actividad o de la empresa, por su relación con la salud y la seguridad pública o su carácter tractor sobre el conjunto de la economía, su naturaleza innovadora, el carácter esencial de los servicios que presta o su papel en la consecución de los objetivos de medio plazo en el ámbito de la transición ecológica, la digitalización, el aumento de la productividad y el capital humano”.