Las autoridades canadienses se negaron este miércoles a suspender el uso de la vacuna de AstraZeneca en el país al señalar que el riesgo de posibles trombos asociados con el medicamento es “muy bajo” y que los beneficios superan los riesgos.
La doctora Supriya Sharma, una de las directoras médicas del Ministerio de Sanidad de Canadá, señaló hoy durante una rueda de prensa que tras la revisión de los últimos datos, no han encontrado “ningún factor de riesgo específico, como edad o sexo”, por lo que no recomiendan que se restrinja el uso de esta vacuna.
Pero Sharma añadió que el Ministerio de Sanidad considera que el caso conocido ayer de una mujer que desarrolló “un coágulo de sangre inusual con bajos niveles de plaquetas” está “posiblemente vinculado al uso de la vacuna” de AstraZeneca.
El caso, que se produjo en la provincia de Quebec, es el primero reportado en el país de trombosis en personas vacunadas con AstraZeneca.
A pesar del posible vínculo, Sharma dijo que “los beneficios de la vacuna de AstraZeneca siguen superando los riesgos de contraer covid-19” y que el Ministerio de Sanidad ha actualizado las advertencias asociadas con la administración de la vacuna “para que los canadienses puedan estar informados de los efectos secundarios”.
Aunque el Ministerio de Sanidad de Canadá no ha restringido el uso de la vacuna de AstraZeneca, el Comité Asesor Nacional de Inmunización de Canadá (NACI, por sus siglas en inglés) recomendó hace semanas suspenderlo para las personas menores de 55 años ante las informaciones sobre reacciones adversas procedentes de Europa.
Con la recomendación de NACI, cada provincia canadiense, que son las encargadas de administrar las campañas de vacunación en el país, determinan qué personas reciben el inyectable de AstraZeneca.
La decisión de las autoridades canadienses contrasta con la de otros países. Este miércoles, por ejemplo, Dinamarca decidió suspender de forma definitiva el uso de la vacuna de AstraZeneca al considerar que hay una conexión probable entre esta y los casos anómalos de trombosis.
Dinamarca ya había paralizado hace un mes el uso de la vacuna tras la aparición de las primeras informaciones de trombos.
A fecha de ayer, Canadá había administrado más de 700.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca de los 2 millones de dosis recibidas por el país. EFE