La entrega de los premios Óscar de este domingo será única: transmitida en vivo desde una estación de tren, honrará películas que pocos vieron en el cine y reunirá a las mayores estrellas de Hollywood por primera tras más de un año de pandemia.
Chloe Zhao, cuyo drama “Nomadland” sobre la gente que recorre el territorio estadounidense en camionetas en busca de un precario sustento, es una de los nominados que abandonarán su prolongado aislamiento para asistir en persona a la noche más importante de Hollywood.
“¡Queremos ver a nuestros amigos! Tenemos muchos amigos nominados este año y estamos muy emocionados de verlos”, dijo Zhao, cuya cinta corre como favorita a mejor película y compite en otras cinco nominaciones.
Sin embargo, aunque los nominados disfruten de una puesta al día muy necesaria, el glamour habitual de las estrellas que desfilarán con joyas y vestidos de diseñador será escaso, porque los organizadores prometieron sólo una “alfombra roja diminuta”.
La lista de invitados es muy limitada. Hasta los ejecutivos de los estudios tendrán que ver la gala por televisión y la mayor parte de la prensa de Hollywood estará ausente, algo que algunos nominados tal vez prefieran.
“Creo que habrá más libertad” para las estrellas que vayan, dijo a la AFP el periodista de Variety Marc Malkin.
Según reportes, los artistas tendrán permitido quitarse las máscaras cuando estén en cámara. “De todos modos habrá una incomodidad, como ‘¿cuán emocionados se supone que estemos? ¿Nos abrazamos?'”, se preguntó Malkin.
– ‘En el aire’ –
“Nomadland”, que arrasó en la mayoría de las entregas de premios de la temporada, llega a la gala como la favorita a mejor película más evidente en años. Zhao también buscará convertirse en la segunda mujer, y la primera de color, que gana como mejor directora.
Con las salas de cine cerradas todo el año y el estreno retrasado de las grandes producciones, su película –así como las rivales “Minari” y “Sound of Metal”– capturó el “zeitgeist” de la pandemia en un impresionante retrato de los marginados de la sociedad.
Contendientes como “Promising Young Woman” y “El juicio de los 7 de Chicago” tocan temos relevantes en estos tiempos, como el #MeToo y las protestas contra el racismo, pero aún así es improbable que se lleven el premio final de la noche.
La competencia en las categorías actorales promete más tensión y es realista predecir que los cuatro premios irán a personas de color, después de años de quejas de racismo en la Academia con hashtags como #OscarsSoWhite (Óscar tan blanco).
Esa categoría está “en el aire” y “podría ir en cualquier dirección”, dijo el columnista de los premios en Deadline, Pete Hammond.
Las cinco candidatas, incluidas Viola Davis (“La madre del blues”) y Carey Mulligan (“Promising Young Woman”), vienen de ganar premios importantes este año.
El coprotagonista de Davis, Chadwick Boseman, quien murió el año pasado de cáncer antes del estreno de la película donde interpreta a un trompetista atormentado por actos racistas atroces, es favorito para ganar el tercer Óscar póstumo de la historia para un actor.
Pero Anthony Hopkins, quien interpreta a un enfermo de demencia senil en “El Padre”, podría dar una sorpresa.
En las categorías de actuación de reparto, todo apunta a que Daniel Kaluuya se alzará con la estatuilla por “Judas y el mesías negro”, mientras que la veterana actriz surcoreana de “Minari” Youn Yuh-jung llega como favorita en la competencia femenina.
Una eventual victoria de “El juicio de los 7 de Chicago” o de “Mank” le daría a Netflix por primera vez el mayor galardón de la industria, lo mismo que ocurriría con su rival Amazon si ganara “El sonido del metal” .
Se espera que Netflix se lleve la mayor cantidad de premios de la noche, incluido el de mejor documental para “Mi maestro el pulpo”.
– “Oportunidad” –
El evento culminante de la temporada de premios de Hollywood se postergó dos meses y se realizará principalmente en la Union Station de Los Ángeles, elegida por sus grandes espacios para aplicar el distanciamiento social en esta gala de la era del covid-19.
En un guiño a las circunstancias únicas del año pasado, los 93° premios de la Academia dejarán una gran huella: la presentación de los premios honoríficos y los números musicales se dividirán entre un teatro de Hollywood y el nuevo museo de cine de la Academia, mientras que los nominados europeos que no puedan viajar a Estados Unidos se reunirán en los “centros” de Londres y París.
Pero lo principal, la entrega de las codiciadas estatuillas doradas, se llevará a cabo en la estación de los años 1930.
El coproductor del evento, el oscarizado director Steven Soderbergh, describió los cambios exigidos por el covid-19 como una “oportunidad” para una gala diferente a “cualquier cosa que se haya hecho antes”.
La ceremonia tendrá “la estética de una película en contraposición al de un programa de televisión” y, entre sus presentadores, estarán Harrison Ford y Brad Pitt.
“Felicitaciones a la Academia por al menos intentar tener algo parecido a un show en vivo, sin Zoom”, dijo Hammond.
Pero el perfil más bajo de los nominados de este año y la fatiga visual por el exceso de pantalla en tiempos de pandemia hace prever que los Óscar sufrirán probablemente un desplome similar del número de espectadores que otras ceremonias de premios.
“Sería un día maravilloso para la Academia si solo baja un 50%”, indicó Hammond. “Así están las cosas”. AFP