Han pasado 49 días desde que el Consejo de Ministros acordó conceder 53 millones de euros a Plus Ultra Líneas Aéreas, un rescate que ha revolucionado el sector y que ha llegado incluso a los tribunales españoles. Fernando García Manso (Ponferrada, 1947) es accionista de la aerolínea desde el año 2016 y presidente de la misma desde 2017. Ese año se produjo la entrada del capital venezolano que, como avanzó este medio, actualmente controla el 56,8% de la compañía.
Por BEATRIZ TRIGUERO / JOAQUÍN HERNÁNDEZ / vozpopuli.com
García Manso es Ingeniero en Telecomunicaciones. Antes de llegar a Plus Ultra, fue Director General para México y Vicepresidente para América Latina de la constructora de líneas ferroviarias Alstom Transporte (1995-2001); responsable de la integración de la madrileña Amena en la semipública France Telecom (en 2005), y Director de Recursos del asturiano Grupo Auna (2001-2006).
Ahora está en el centro de la polémica por ser el presidente de Plus Ultra, la segunda aerolínea rescatada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) después de Air Europa, pese a no haber registrado beneficios en ningún ejercicio desde su fundación en 2011, representar el 0,03% del tráfico aéreo en España y estar al borde de la disolución antes de la crisis del coronavirus. El presidente de la aerolínea ha concedido esta entrevista a Vozpópuli con la condición de que las preguntas le fueran enviadas por email.
El rescate público a Plus Ultra
Pregunta.- Ustedes señalan que el rescate de Plus Ultra con 53 millones es necesario para evitar un monopolio en la ruta Madrid-Caracas. Sin embargo, Iberia y Air Europa aseguran que actualmente no pueden volar a Venezuela porque el espacio aéreo sigue cerrado, mientras que ustedes sí tienen el permiso del Gobierno venezolano. ¿A qué se debe esta distinción?
Respuesta.- En primer lugar, lo que hemos querido decir es que no tiene lógica que no se le dé importancia al hecho de que si desaparecemos habrá un monopolio en la ruta a Caracas, perjudicando gravemente a los miles de usuarios que la utilizan cada año y se le esté dando tanta importancia al hecho de que, supuestamente, estemos volando en forma de monopolio durante unas semanas en esa ruta. Y digo supuestamente porque no es cierto.
Desde que se cerró el espacio aéreo en marzo de 2020, Iberia ha realizado, al menos, tres vuelos y Air Europa cinco, fundamentalmente concentrados en los meses de verano y navidades. Por lo que respecta a 2021, en enero volamos a Caracas Iberia y Plus Ultra, con un vuelo cada una. En febrero, Air Europa ha sido la única compañía que operó vuelos en exclusiva a Venezuela, ni Iberia ni Plus Ultra Líneas Aéreas lo hicieron.
En marzo, Plus Ultra fue la única que operó un vuelo a ese país, pero Iberia tiene programados y anunciados vuelos a Caracas para los días 24 de abril y 23 mayo, al igual que Air Europa tiene un vuelo previsto a Caracas para el día 13 de mayo. Como ve, a lo largo de la pandemia estamos volando a Latinoamérica las tres compañías. La acusación de monopolio no tiene ningún fundamento.
P.- ¿Hay algún argumento más para defender la ayuda de 53 millones?
R.- Sí, varios. Y de peso. En primer lugar, Plus Ultra solicitó los préstamos, que tenemos que devolver, porque los necesitábamos de cara a lograr la viabilidad y el futuro de la empresa, de la que dependen directamente 354 familias españolas y cerca de 2.500 puestos de trabajo españoles indirectos.
Además, uno de los principales criterios que la SEPI tiene en cuenta para otorgar estas ayudas, y que la compañía cumplía sobradamente, era que los solicitantes contribuyeran al “buen funcionamiento del mercado”. Un factor que no está relacionado con el tamaño de la aerolínea sino con el hecho de que, en las rutas en las que opera, se trata del único competidor de la compañía dominante y, por tanto, fundamental para garantizar la competencia y mantener la presión a la baja sobre los precios. Cuando finalice la integración de Air Europa en Iberia, si Plus Ultra desapareciese se formaría un monopolio que perjudicaría a un mercado potencial de hasta nueve millones y medio de pasajeros anuales.
AESA nos concedió la licencia para operar vuelos en 2015 y desde entonces hemos progresado a un ritmo vertiginoso que nos ha convertido en la aerolínea española de mayor crecimiento en 2019 y en los dos primeros meses de 2020, donde nuestras ventas registraron un aumento de más del 180%. Mientras que en 2019 el mercado aéreo a Latinoamérica creció un 10,4%, el crecimiento de Plus Ultra se situó muy por encima, con un incremento del 33%, lo que implica que estábamos aumentando nuestra cuota un 23,4% más que el mercado. Estas cifras demuestran que somos un operador emergente que empezaba a ser un serio competidor en este nicho.
Tenemos previsto recuperar mucha de nuestra actividad a partir del próximo verano con cinco rutas operativas de Madrid a Lima, Caracas, Quito y Guayaquil, así como de Tenerife a Caracas. Posteriormente, reactivaremos nuestro plan estratégico con la apertura de rutas desde España a Colombia, Cuba y República Dominicana. Cuando culminen estas aperturas nos situaremos con diez rutas operativas, a las que posteriormente se sumarán otras rutas adicionales que actualmente estamos valorando.
Plus Ultra es una de las pocas aerolíneas españolas con licencia de tipo A. Su desaparición acentuaría la desventaja de España respecto a países como Alemania, Francia o Reino Unido, que cuentan con un mayor número de aerolíneas con este tipo de licencia, y también repercutiría negativamente en el hub de Madrid, a cuyo peso internacional contribuyen compañías como Plus Ultra.
P.- La cuantía prestada por la SEPI representa más del 50% de su facturación en 2019, cuando no había llegado la covid. ¿En qué se basaron para pedir 53 millones de euros?
R.- La facturación de Plus Ultra Líneas Aéreas en 2019 fue de más de 94 millones de euros, siendo la aerolínea española que más creció en ese ejercicio, con un incremento del 47% frente al anterior. Crecimiento que, además, en los dos primeros meses de 2020 ha sido de más del 180%, lo que indica la increíble progresión que estábamos registrando y el enorme potencial de la compañía.
La cantidad que hemos solicitado a la SEPI es la mínima imprescindible para que la compañía pueda superar con garantías el impacto que está produciendo la pandemia de la covid 19 en las operaciones de la aerolínea y, proporcionalmente, no difiere mucho de las ayudas públicas recibidas por otras empresas del sector.
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