En medio del arranque de sinceridad que tuvo Tarek William Saab este sábado 1 de mayo, contrastan sus declaraciones en octubre de 2018 sobre la muerte de Fernando Albán, dirigente de Primero Justicia que hoy se sabe a todas luces que fue asesinado mientras estaba bajo la custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
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En un pasillo del Ministerio Público, durante una ronda de preguntas espontánea con periodista, Saab amenazó a quienes esgrimieran una versión diferente a la expuesta por el régimen chavista y enfatizó que Albán “lamentablemente cae vivo, con signos vitales” y cualquier interesado puede revisar la autopsia “auditada, filmada en video y con fotografías”.
A los periodistas les esbozó: “Aquí hay dos versiones, ¿cierto?. Los que dicen la versión contraria a la que científicamente hemos probado, por lo tanto son personas que están mintiendo, y eso, frente a la sociedad, tiene una consecuencia”.
Sin embargo, los avances de la Corte Penal Internacional (CPI), la cual adelanta un informe preliminar sobre delitos de lesa humanidad en Venezuela, ha presionado los suficiente al chavismo como para que hoy Saab se desmienta a sí mismo. Sin señalar al resto de la cadena de mando, claro está.
“La causa se retrotrajo hasta la fase de investigación. Posteriormente, el Ministerio Público solicitó orden de aprehensión contra los dos funcionarios implicados en estos hechos, que lo custodiaban”, expuso Saab ante las cámaras de la televisora estatal.
La imputación por el delito de “homicidio culposo” hecha por tierra cualquier alegato de que Albán acabó con su vida. Fue asesinado.
“Son personas que están mintiendo, y eso, frente a la sociedad, tiene una consecuencia”…
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