En 49 países de las Américas, a través del Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud, se han entregado alrededor de 350 millones de vacunas contra el coronavirus gestionadas por el mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mayoría de esas dosis (243 millones, 69%) han sido distribuidas a Estados Unidos, la nación de la región que ha vacunado el mayor porcentaje de su población. En el primer cuatrimestre de 2021, según autoridades federales americanas, 100 millones de estadounidenses (40% de la población) ya habían completado su esquema de inoculación contra el virus.
Por María de los Ángeles Graterol talcualdigital.com
En contraparte, a Venezuela han llegado sólo 930.000 dosis de los fármacos ruso y chino, Sputnik V y Sinopharm. El último cargamento se recibió este lunes 3 de mayo, pero aún así, sólo se han administrado 0,8 dosis por cada 100 habitantes, reseñó en su web oficial el organismo especializado en salud pública de las América y el Caribe. Lograr inmunizar al 70% de los venezolanos para final de 2021- una promesa de Alvarado- luce lejano. Al ritmo actual, se pudiese finalizar la vacunación en alrededor de 1.200 semanas.
Es por eso que algunos venezolanos han optado por hacer turismo por vacunas, entre ellos la doctora Luisa Gaetano, quien vive con sus padres, de 85 y 90 años. Ante el miedo constante de poder transmitirles la enfermedad, pues ella no ha sido inmunizada pese a estar en la primera línea de lucha contra el covid-19, decidió enviar a su madre a vacunarse a Estados unidos, la única de la casa que tenía visa para entrar a territorio americano. Para llegar hasta allá, la señora tuvo que tomar un vuelo hasta México que le costó 630 dólares, y otro de allí hasta Dallas, en Texas, donde la recogió otra hija.
Gaetano confesó estar nerviosa porque aunque su mamá no iba a hacer nada ilegal, temía que el viaje fuese en vano. Buscar tratamiento médico en Estados Unidos es uno de los propósitos de viaje permitidos para aquellas personas que tienen un visado de visitante válido, según se reseña en la página web de la Oficina de Asuntos Consulares – Departamento de Estado. De hecho, pudo vacunarse con tan sólo llenar un formulario del Departamento de Salud Pública del condado Harris, Houston. Sólo le pidieron un número de teléfono y un correo electrónico, para informarle sobre la fecha de su cita y poder contactarla para ponerle la segunda dosis unas cuatro semanas después – que aún no se han cumplido-.
Justo en Texas, Camila Ramírez pudo vacunarse. Aunque su plan era solo ir al chequeo médico rutinario de su columna, no tuvo mayores problemas para hacerlo. «Nos dijeron que en un pueblo cerca de Houston ponían la vacuna a todo el que fuera y aproveché», comentó. Para colocarse las dos dosis reglamentarias sólo tuvo que dar un teléfono y una dirección al momento e ir hasta un pueblo a las afueras de Houston.
Desde el 29 de marzo de 2021, Texas es uno de los estados en los que cualquier persona mayor de 16 años es elegible para una vacuna. Según OurWorld Data, es la segunda entidad norteamericana con más habitantes que ya completaron su esquema de vacunación, 8.250.000 personas, que se traduce en el 28,4% de su población. Han recibido cerca de 19 millones de dosis y quien así lo desee puede ir a vacunarse, pues es uno de los 21 estados en los que no se necesita ser residente para optar por una dosis de inmunización. Gaetano, cuenta, en palabras de su madre, que «vacunarse en EE.UU es tan sencillo como ir a un Farmatodo y que te pongan la vacuna, pero en Venezuela no es así«.
Autoridades del estado informaron que las vacunas no sólo serían aplicadas en parte de los centros hospitalarios ya designados, sino también en farmacias locales y cadenas como Walgreens, CVS Pharmacy o Walmart. Esto a partir del 19 de abril, fecha para la cual la Casa Blanca anunció doblaría el número de farmacias que forman parte del Programa Federal de Farmacias Minoristas, para descentralizar aún más el proceso de vacunación.
Colombia: opción para los de doble nacionalidad
Venezolanos con doble nacionalidad han encontrado una solución ante la falta de vacunas contra el covid-19 en el país: cruzar el puente Simón Bolívar y vacunarse en Norte de Santander. Medios regionales como La Nación, han señalado que en la aduana principal de San Antonio del Táchira, funcionarios de la Guardia Nacional piden el documento de identidad colombiano a aquellos que dicen van a vacunarse contra el covid-19 y los dejan pasar sin problema. Ya del otro lado aguardan efectivos de la Policía Nacional neogranadina y de Migración Colombia, quienes también chequean que la documentación.
Han explicado que para optar a este beneficio deben tener 60 años o más. No es necesario estar registrados en la Entidad Promotora de Salud (EPS), una instancia adscrita al sistema de salud en Colombia que presta servicios médicos en sus clínicas y hospitales a quienes estén afiliados a ella. No obstante, puede ingresar a «Mi Vacuna», una plataforma online a través de la cual el gobierno de Iván Duque maneja todo el proceso de inmunización en la nación vecina, y pedir la cita.
Pero antes de que permitieran formalmente pasar por el puente, ya personas de la tercera edad decidían lanzarse un viaje que representaba un alto peligro para ellos: cruzar hasta Colombia por las trochas. 70 dólares le costó a un grupo de ancianos alquilar una camioneta que los cruzara por el río Táchira y los llevara hasta Cúcuta. «Éramos mucho viejos buscando vacunas contra el covid-19 pero no todos pudimos tenerla», dijo a El Pitazo una de las doñas de 76 que hizo la travesía y pudo ponerse una primera dosis de vacuna contra el coronavirus.
A ellos les sale más barato viajar hasta Colombia que adquirirla en el mercado negro venezolano, en donde una «vacuna» puede costar entre 300 y 600 dólares. En el caso de la Sputnik, ese precio sobrepasa en 2800% y 6000% el valor real de venta del laboratorio ruso fabricante, que en su página oficial señala que aunque los precios pueden variar para cada nación, «no excederá los $ 10». Y los sobreprecios respecto al fármaco chino Sinopharm son similares, pues cuesta entre 18,60 y 40 dólares, según el Tablero de Información sobre el Mercado de Vacunas -con datos sobre contratos, laboratorios fabricantes y precios – del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Ya han sido detenidas tres personas por vender supuestas vacunas a través de Marketplace, una plataforma de venta de Facebook y se les acusó de «reventa y agavillamiento».
¿Por qué la gente hace de todo un negocio? ¿Por qué vacunarse depende de atajos o bachaqueo? Ofrecer vacunas aprovechándose de la desesperación de la gente es terrible, de verdad! Tenga en cuenta que esos frasquitos pueden tener solo agua! pic.twitter.com/yx4gEjJUpW
— Esteninf Olivarez (@esteninf) April 6, 2021
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