El juez estableció varias circunstancias agravantes contra el policía blanco Derek Chauvin, declarado culpable de la muerte del ciudadano negro George Floyd, allanando el camino para la imposición de una sentencia dura en este caso que conmovió a Estados Unidos y rebasó fronteras.
En una resolución difundida en la jornada, el magistrado Peter Cahill, quien debe dictar sentencia el 25 de junio, enumera cuatro factores que le permitirán liberarse del escalafón de penas vigente en el estado de Minnesota (norte), según el cual Chauvin enfrenta 12,5 años en prisión.
Para el magistrado, el policía involucrado “abusó de su posición de confianza y autoridad”; “trató a George Floyd con gran crueldad”; actuó violentamente en presencia de cuatro “niños” y “cometió su crimen en medio de una aglomeración” de personas.
Esto abre la puerta para una sentencia más dura contra el agente Chauvin.
Cahill, sin embargo, descartó un argumento final planteado por los fiscales, al sostener que la víctima “no era particularmente vulnerable”, a pesar de su ingesta de drogas y sus muñecas esposadas, ya que había logrado resistirse a su arresto.
El 25 de mayo, en la ciudad de Minneapolis, cuatro policías intentaron arrestar a Floyd, sospechoso de haber utilizado un billete falso de 20 dólares en una tienda. Para inmovilizarlo, lo esposaron y lo pusieron boca abajo en el suelo. Chauvin se arrodilló sobre su cuello y mantuvo la presión durante casi diez minutos, a pesar de las súplicas del sospechoso y transeúntes.
Imágenes del momento fueron difundidas en redes sociales, lo cual generó protestas masivas en el país y varios otros puntos del mundo, en un movimiento contra el racismo y la brutalidad policial.
Chauvin está en la cárcel desde el 20 de abril y otros tres colegas suyos serán juzgados en agosto por complicidad.
AFP