Las personas vacunadas con una primera dosis de AstraZeneca pueden recibir de forma eficaz y segura una segunda de Pfizer. Esta es la conclusión del estudio CombivacS, presentado este martes por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), que ha ensayado con 672 personas la respuesta inmunitaria y los efectos secundarios de esta combinación de fármacos. La conclusión servirá para tomar una decisión sobre los 1,5 millones de trabajadores esenciales menores de 60 años que recibieron una primera dosis del suero anglosueco. La determinación la tomará la Comisión de Salud Pública, previsiblemente, esta misma tarde.
Por El País
El estudio, en el que han participado cinco hospitales de Madrid, Bilbao y Barcelona, concluye que los efectos secundarios son leves y muy similares a los que producen con una segunda dosis de AstraZeneca y que la protección que confiere un segundo pinchazo de Pfizer puede ser incluso mayor: los anticuerpos neutralizantes, los que protegen al cuerpo frente al coronavirus, se multiplican por siete, mientras en los ensayos de dos dosis del mismo fármaco eran de tres veces más.
Este es el estudio que estaba esperando el Ministerio de Sanidad para determinar qué hacer con el grupo de trabajadores esenciales (docentes, militares, personal de emergencias, policías…) que habían recibido una dosis de AstraZeneca y se quedaron sin la segunda después de que, el pasado 7 de abril, se decidiera parar la vacunación en menores de 60 años por los efectos vinculados al fármaco: unos trombos muy infrecuentes, pero potencialmente mortales que eran más comunes (aunque también muy raros) en personas más jóvenes.
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