Los ganaderos de Argentina detuvieron este jueves por nueve días la comercialización del ganado vacuno, en protesta por la suspensión de las exportaciones de carne decidida por el presidente de centroizquierda, Alberto Fernández, con la intención de moderar los precios en el mercado interno.
A primera hora de la mañana, el Mercado de Hacienda de Liniers, donde se vende el ganado en pie a los frigoríficos de la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, lucía desolado, con los corrales vacíos y apenas algunos empleados administrativos.
Sin embargo, el paro no debería implicar un desabastecimiento en lo inmediato, pues frigoríficos y carnicerías tienen existencias acumuladas.
Además, las partes intentan superar el impasse y podrían llegar a un acuerdo antes de que se cumpla el periodo de 30 días durante el cual el gobierno prohibió las exportaciones.
“Vamos a seguir dialogando para encontrar una salida para abastecer el mercado interno y, al mismo tiempo, potenciar las exportaciones. Tienen que ser objetivos compatibles”, declaró el jueves la secretaria de Comercio Interior, Paula Español.
Actor internacional
Con 819.000 millones de toneladas, Argentina fue en 2020 el cuarto exportador de carne en el mundo, con China, Alemania e Israel como sus principales clientes.
Por esas ventas, el país recibió 3.368 millones de dólares, un importante ingreso de divisas al que sería difícil renunciar, especialmente ahora que los precios internacionales están al alza.
“Vemos con muy buenos ojos que Argentina exporte más carne vacuna, que tenga el mercado chino en expansión, pero queremos garantizar el abastecimiento en el mercado interno”, declaró el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
“Estamos trabajando y tenemos una agenda de reuniones muy importantes. El objetivo es ordenar, tomar las medidas y, de ser posible, si incluso fuera antes de los 30 días, estar reabriendo el negocio de la exportación”, añadió.
Javier Velázquez, director ejecutivo del frigorífico La Peña, espera que se encuentre una solución de consenso.
“A la gente no le alcanza la plata para comprar la carne, esa es una realidad. Después, la parte del paro creo que no suma, la parte del cierre de las exportaciones no suma. Estamos en el momento exacto como para sentarnos en una mesa todos los sectores que involucren el tema exportación, consumo inclusive, y delineemos algo para adelante, porque estamos en un momento muy difícil”, dijo a la AFP.
El gobierno tomó la decisión de parar las exportaciones ante el fuerte impacto que tiene el alza de los precios de los alimentos en el índice de inflación, uno de los más altos del mundo, con 17,6% en el primer cuatrimestre, de acuerdo con el instituto de estadísticas (Indec).
El costo de vida en los últimos 12 meses se elevó un 46,3%, según el Indec, pero el precio de los distintos cortes de carne vacuna aumentó un 65,3% en abril en comparación con igual mes del año anterior, según el Instituto de Promoción de Carne Vacuna Argentina.
“El problema no es la carne”
Martín Sturla, directivo de la Sociedad Rural de San Antonio de Areco, en la provincia de Buenos Aires, sostiene que “el problema no es la carne, la carne es un síntoma más (…) Tenemos la tasa de inflación más alta del mundo, después de Venezuela, y tratan de tapar el sol con una mano. Son recetas desfasadas en el tiempo”.
“Nosotros tenemos carne para darle de comer a todos los argentinos y exportar. A nosotros nos sobra experticia, tecnología, capacidad, nos sobran vacas. Pero continuamente están metiendo el palo en la rueda”, sostuvo en una entrevista a la AFP.
Argentina atraviesa su tercer año de recesión, agravada por la pandemia de covid-19, y con una tasa de pobreza del 42%.
En medio de un duro y prolongado confinamiento en 2020, el gobierno aprobó una serie de subsidios a sectores vulnerables y a empresas, que implicó una importante emisión monetaria.
Ahora, en un nuevo pico con récord de contagios que se acercan a los 40.000 casos diarios y muertes de alrededor de 500 cada día, el gobierno de Fernández evalúa nuevos cierres de la actividad económica.
En ese contexto, los ganaderos insisten en la importancia de su labor. “Somos el único sector que genera ingreso de divisas”, resaltó Sturla, en referencia a la actividad agropecuaria.
AFP