Los ministros de Relaciones Exteriores del G7 condenaron “en los términos más enérgicos” la detención por parte de Bielorrusia del periodista disidente Román Protasévich y su acompañante y exigieron su “liberación inmediata e incondicional”, así como la de otros periodistas y presos políticos del país.
En un comunicado, los jefes de las diplomacias de las siete mayores economías y de la Unión Europea denunciaron la “puesta en peligro de la seguridad de los pasajeros y de la tripulación” del vuelo entre Grecia y Lituania que el domingo fue desviado a Minsk con una falsa alerta de bomba para detener a Protasévich.
Este desvío representa “una grave violación de las normas que rigen la aviación civil”, afirmaron los ministros al tiempo que denunciaron un “grave ataque a la libertad de prensa”.
“Redoblaremos nuestros esfuerzos, incluida la imposición de nuevas sanciones para que las autoridades bielorrusas rindan cuentas”, aseguraron.
“Utilizaremos todas las herramientas a nuestro alcance para que el régimen” del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, “rinda cuentas”, subrayó en Twitter el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.
El Reino Unido, que preside este año el G7, se prepara para acoger del 11 al 13 de junio en Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, una cumbre presencial de jefes de Estado y de gobierno que será el primer viaje a Europa del presidente estadounidense Joe Biden.
Lukashenko suscitó la indignación de Occidente al enviar un avión de combate para interceptar el vuelo de Ryanair de Atenas a Vilna en el que viajaban Protasévich y su novia Sofia Sapega, que fueron detenidos.
AFP