Sacerdotes hindúes invocan la clemencia de la “Diosa Corona” en India

Sacerdotes hindúes invocan la clemencia de la “Diosa Corona” en India

Gente hace fila para recibir una vacuna de covid-19 en un centro de vacunación masiva el 29 de abril en Mumbai.

 

En un templo hindú, los sacerdotes invocan la clemencia de la diosa del coronavirus con la esperanza de poner fin al azote del covid-19 en India, donde ha matado a casi 320.000 personas desde el inicio de la pandemia.

Dos efigies de la “Corona Devi” (diosa en hindi) sobresalen en el templo Kamatchipuri Adhinam de Coimbatore, en el estado sureño de Tamil Nadu, duramente golpeado por la ola del coronavirus que arrasa desde marzo el gigante asiático.





El templo hindú permanece cerrado a los fieles por el impacto de la epidemia en Coimbatore, una ciudad de dos millones de habitantes que ha sufrido más de 1.000 decesos.

Pero unos “bramanes”, o sacerdotes hindúes, se congregan cada día con los brazos cargados de ofrendas que depositan a los pies de las imágenes, una de ellos de madera y la otra de piedra, antes de entregarse a los cantos que invocan la clemencia de la deidad: “Diosa Corona, por favor, ponga fin al virus y salve a la población”.

“En el pasado hemos tenido templos consagrados a (los dioses de) la viruela, la varicela, la peste”, declaró Anandbharathi K., quien dirige el templo Kamatchipuri Adhinam.

“Nosotros veneramos el virus bajo la forma de una diosa y pedimos cada día que ella atenúe los efectos de la enfermedad”, agregó.

El número de contagios parece disminuir en gran parte de India después de semanas de confinamiento, pero el país de 1.300 millones de habitantes, traumatizado por la ferocidad de la enfermedad que saturó los hospitales y agotó las reservas de oxígeno y medicamentos, teme una nueva ola tanto o más virulenta que la actual.

“Ni los médicos son capaces de superar la enormidad de la situación, entonces nosotros nos volcamos a la fe y la divinidad como último recurso”, declaró Anandbharathi.

Los “bramanes” realizan sus rituales dedicados a la “Corona Devi” 48 días antes de llevar las efigies a un río cercano donde los sumergen como una “ofrenda de paz”. AFP