La opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya instó este lunes en Praga a “parar” al “régimen terrorista” del presidente de su país, Alexander Lukashenko, al que responsabilizó de la represión que vive su país y de la “detención y tortura” del periodista Roman Protasévich.
“Es un régimen terrorista y debe pararse”, dijo Tijanóvskaya en una rueda de prensa junto a su anfitrión y jefe del Senado checo, Milos Vystrcil, que la recibió como “presidenta electa” de Bielorrusia.
Tijanóvskaya denunció la “detención” arbitraria del periodista opositor Protasévich y su novia, Sofía Sapéga, tras obligar a aterrizar al avión de Ryanair en el que viajaban desde Atenas hasta Vilna el pasado 23 de mayo.
Tras su detención, y “según todos los indicios, fueron golpeados y objeto de tortura, y obligaron a Protasévich a hablar ante las cámaras y confesar ante el público bielorruso un delito que nunca cometió”, señaló la opositora.
El clamor internacional que siguió a estas medidas llevaron a la Unión Europea (UE) a cerrar su espacio aéreo a Bielorrusia, y a prohibir a la aerolínea estatal Belavia tomar tierra en los aeropuertos del bloque comunitario.
“Esta reacción ha sido fuerte y proporcionada”, afirmó asimismo Tijanóvskaya, que fue candidata presidencial en los comicios de agosto de 2020, en los que Lukashenko, que lidera el país desde 1994, se autoproclamó vencedor con el 80 % de los votos-
La oposición denunció fraude electoral y durante semanas se produjeron masivas protestas pidiendo la salida de Lukashenko, que fueron contestadas por el Gobierno con una dura represión.
Ante las detenciones de opositores y periodistas durante la campaña electoral, el bloqueo de internet y las sospechas de fraude, la UE y EEUU no reconocen el resultado de las urnas bielorrusas.
Tijanóvskaya, que vive exiliada en Lituania, denunció hoy que “decenas de miles” de sus conciudadanos han pasado por las cárceles de su país en el último año, solo por haber participado en protestas contra el Gobierno de Lukashenko.
El régimen del “último dictador de Europa” ha “endurecido su represión durante estas últimas semanas, cuyo objeto principal es la prensa independiente”.
Una de las víctimas de la persecución es su marido, el bloguero y activista Sergei Tijanóvsky, que permanece recluido e incomunicado, y con el que Tijanóvskaya sólo puede hablar “a través de los abogados”.
Durante su estancia en Praga, Tijanóvskaya será recibida hoy por el presidente checo, Milos Zeman, y por el primer ministro, Andrej Babis, mientras que mañana mantendrá encuentros con el ministro de Asuntos Exteriores, Jakub Kulhánek, y miembros del Senado.
También se reunirá con la diáspora bielorrusa en la República Checa, de la que forman parte unas 4.000 personas, y con estudiantes universitarios.
EFE