Una investigación del Senado sobre la insurrección del 6 de enero en el Capitolio ha descubierto grandes errores del gobierno federal, el ejército y las fuerzas de seguridad antes del violento ataque, como fallos de transmisión de varias agencias de inteligencia y falta de preparación y formación de los agentes de la Policía del Capitolio, que se vieron rápidamente superados por los insurrectos.
Por: Telemundo51
El reporte publicado este martes es el primer — y podría ser el último — análisis bipartidista sobre cómo cientos de seguidores del expresidente Donald Trump pudieron ese día abrirse paso con violencia a través de los perímetros de seguridad e irrumpir en el Capitolio, interrumpiendo la certificación de la victoria electoral del actual presidente, Joe Biden.El informe indica que el Pentágono pasó horas “planificando la misión” y pidiendo autorizaciones de distintos niveles mientras la Policía del Capitolio era sobrepasada y sufría brutales golpizas de los insurrectos. También indica que la respuesta del Departamento de Defensa se vio “influida por las críticas” a su agresiva respuesta a las protestas en el verano de 2020 tras la muerte de George Floyd a manos de la policía.
Los senadores son muy críticos de la Junta de la Policía del Capitolio, un comité de tres miembros que incluye a los responsables de seguridad de la Cámara de Representantes y el Senado y al arquitecto oficial del Capitolio. Ahora las peticiones del jefe de policía deben ser autorizadas por la junta, incluso en caso de urgencia. El reporte recomienda que sus miembros “revisen adecuadamente las políticas y procedimientos” después de que los senadores determinaran que ninguno de los miembros de la junta el 6 de enero comprendía su autoridad ni podía detallar los requisitos para solicitar ayuda de la Guardia Nacional.
Dos de los tres miembros de la junta, los jefes de seguridad de las dos cámaras, fueron destituidos en los días posteriores tras el ataque. Sund también renunció bajo presiones.
El Congreso debe cambiar la ley y dar más autoridad al jefe de policía “de inmediato”, dijo Klobuchar.
El reporte también recomienda crear una unidad de inteligencia consolidada en la Policía del Capitolio después de errores generalizados de distintas agencias, que no predijeron el ataque a pesar de que los insurrectos lo estaban planificando abiertamente en internet.
La unidad de inteligencia de la policía “sabía de publicaciones en medios sociales llamando a la violencia en el Capitolio el 6 de enero, lo que incluía un plan para allanar el Capitolio, el intercambio en internet de mapas de los sistemas de túneles del Complejo del Capitolio y otras amenazas específicas de violencia”, según el reporte, pero los agentes no informaron adecuadamente a los mandos de todo lo que habían encontrado.
Los senadores también criticaron al FBI y al Departamento de Seguridad Nacional por restar importancia a las amenazas en internet y no emitir boletines formales de inteligencia que ayudaran a la planificación de las fuerzas de seguridad.
En respuesta al reporte, la Policía del Capitolio reconoció la necesidad de mejoras, algunas de las cuales ya se estaban haciendo.
Durante el ataque, señaló el reporte, la Policía del Capitolio se vio muy expuesta por una sucesión de errores: mala información de inteligencia, una pobre planificación, equipo inadecuado y falta de liderazgo. La cadena de mando “se rompió durante el ataque”, lo que dejó a los agentes en el frente sin órdenes. No había comandantes operativos dirigiendo la situación y algunos mandos estaban peleando en lugar de dar órdenes. “Los mandos de la Policía del Capitolio no tomaron el control del sistema de radio para transmitir órdenes a los agentes de primera línea en ningún momento”, concluyó la investigación.
Al mismo tiempo, los senadores reconocieron el valor de los agentes y señalaron que un agente les dijo que “todos los agentes en el interior se comportaron de forma admirable y heroica e, incluso superados en número, tomaron la ofensiva y recuperaron el Capitolio”.