El gobierno brasileño autorizó el lunes el empleo de la Fuerza de Seguridad Nacional (FNS) para proteger a los indígenas Yanomami y sus tierras durante 90 días en el estado norteño de Roraima, fronterizo con Venezuela.
La medida del Ministerio de Justicia se da tras los numerosos ataques con armas de fuego por parte de mineros de oro ilegales que han invadido las tierras Yanomami en la reserva más grande de Brasil.
Más de 20.000 mineros realizan actividades ilegales en la reserva y contaminan los ríos con el mercurio que se utiliza para separar el oro del mineral.
Desde principios de año, ha habido al menos ocho ataques de mineros contra comunidades Yanomami.
El mes pasado, hombres que viajaban en una lancha dispararon contra un pueblo con un arma automática. Los líderes comunitarios dijeron que el ataque tuvo como objetivo intimidar a los Yanomami que intentaron bloquear el paso de los mineros que subían por los ríos.
Un juez de la Corte Suprema ordenó en mayo al gobierno del presidente derechista Jair Bolsonaro que tomara medidas inmediatas para proteger a los Yanomami, pero hasta ahora se había hecho poco.
Los Yanomami son unos de los grupos más aislados de Brasil. Se estima que 26.700 viven en una reserva más grande que Portugal que ha sido protegida por ley desde 1992, que se extiende desde la selva amazónica hasta la región de la sabana de Roraima.
Bolsonaro ha criticado a los 850.000 indígenas de Brasil por tener demasiadas tierras protegidas contra los cazadores furtivos y los madereros, y es partidario de permitir la agricultura comercial y la minería en tierras indígenas. El Congreso está considerando legislar para permitir que eso suceda. Reuters