La pérdida de toneladas de la fruta coincide con un alza de su precio en los mercados de toda la Isla
lapatilla.com
“Nosotros hubiéramos llenado el carretón (…) para salir a venderlo, aunque fuera en los repartos cercanos, pero no tenemos la autorización”, se quejó este lunes el productor de mango Ricardo Montaña Téllez, a quien se le pudrieron 130 cajas de la fruta sin que la estatal Acopio ni el gobierno municipal de Camagüey hicieran nada por recoger la cosecha.
En trabajo de 14ymedio se indica que “Otro año más en que la producción de mango en Cuba se convierte en días de angustia y decepciones para los campesinos. Esta vez los productores de las fincas 12 y 17 de la UBPC (Unidad Básica de Producción Cooperativa) 1 de enero tocaron todas las puertas posibles, pero fue en vano”.
Tras las lluvias de los últimos días de mayo, la maduración del mango en las fincas de la provincia se aceleró, según cuentan los campesinos al diario local Adelante. En el caso de la UBPC 1 de enero tenían un contrato con el Acopio municipal de 278 toneladas en la actual campaña, que iban a ser destinadas a la industria.
Agustín Garrido Ramos aprovechó la maduración adelantada y junto a su familia recogió los mangos en la finca 17, pero los días pasaron y ni los directivos de la UBPC ni Acopio hicieron nada para buscar la cosecha. La única respuesta que escuchó el campesino, luego de llamadas y gestiones, fue: “saquen el mango que se está pudriendo, mídanlo en cajas y tírenle fotos para cuando Acopio pueda venir esté la evidencia”.
A los diez días, el pasado 7 de junio, fue que las entidades oficiales recogieron parte de la mercancía, cuando se había echado a perder 320 cajas (12.800 libras). “Desistí de tumbar. Para tenerlo aquí apilado y ver cómo se pudren, los dejo en el mangal. Duele ver como se pierde la comida y que uno no pueda ni regalarla”, se queja Garrido Ramos.
Lo mismo sucedió con la cosecha de Montaña Téllez al frente de la finca 12. De las 165 cajas que pudo recoger, solo pudieron aprovecharse 35, el resto se perdió.
Elio Veny Martínez González, presidente de la UBPC, dijo al periódico local que iban a “hacer una demanda” para que el Estado pagara el dinero perdido y los trabajadores no se quedaran sin cobrar.
“Coincidió con los días de la maduración adelantada una rotura en la fábrica de conservas El Mambí y no había destino para el que ya teníamos cosechado. Lo vimos con Acopio y el Gobierno del territorio pero no hubo solución. Este producto está muy caro en los establecimientos y por esa razón sale lento”, explica Martínez González.
Según el diario local, la empresa Conservas de Vegetales de Camagüey no puede asumir toda la producción de mango del territorio debido a una limitación de capacidad industrial, a la carencia de envases y a las roturas reiteradas en una de las principales fábricas, El Mambí, que trabajan con maquinaria de hace cinco décadas.
Otras dos plantas solo pudieron procesar en mayo “400 toneladas, superior a las 100 planificadas” y para este mes superarán “las 800, de 200 estimadas”, según los directivos de Conservas de Vegetales.
Los campesinos de la UBPC 1 de enero, luego de mucho batallar, solicitaron un permiso al Consejo de la Administración del municipio para vender 90 cajas en los repartos Puerto Príncipe y La Belén, “pero una semana después de tener el mango cosechado”, señala Martínez González.
Por su parte, Orestes Martínez Hernández, quien está al frente de la cosecha en la unidad productiva, asegura que Acopio “no tienen capacidad para trasladarlo todo”. No obstante, insiste: “Nosotros estamos en la mayor disposición de trabajar los turnos que hagan falta y hasta la hora que sea para que no se pierda”.
A este problema con el transporte se suma que, casualmente, esta UBPC, que posee una de las 32 minindustrias de la provincia subordinada al Ministerio de la Agricultura con capacidad para procesar 200 quintales diarios, no lo puede hacer por la falta de envases.
La pérdida de toneladas de mango coincide con un alza de su precio en los mercados de toda la Isla, donde una libra se vende entre 6 y 15 pesos según su calidad. A pesar de la subida de los salarios a partir de enero de este año, muchos jubilados y personas de bajos ingresos no pueden pagar por una de las más emblemáticas frutas del campo cubano.