Una comisión del Senado que investiga la gestión de la pandemia en Brasil acordó este viernes que exigirá a las empresas de redes sociales que retiren de sus contenidos declaraciones del presidente Jair Bolsonaro que “atentan contra la vida”.
El senador Randolfe Rodrigues, vicepresidente de la comisión, dijo que el pedido, presentado cuando Brasil se aproxima a 500.000 muertos por covid-19, se justifica en una declaración que Bolsonaro hizo en las redes sociales este jueves, cuando afirmó que contraer el virus es “más eficaz que la vacuna” y que eso “no se discute”.
Según Rodrigues, “son declaraciones que atentan contra la ciencia y la salud pública de una forma criminal”, por lo que se exigirá que sean retiradas de los contenidos de empresas como Facebook y Youtube, cuyos responsables en Brasil serán citados a declarar sobre las “medidas” que adoptarán frente a esa información falsa.
“Por mucho menos que eso, (el expresidente de Estados Unidos) Donald Trump fue bloqueado en las redes”, enfatizó Rodrigues, quien pidió a los brasileños “que, si valoran sus vidas, no escuchen más a Bolsonaro”.
El senador Humberto Costa, otro de los once miembros del grupo, controlado por la oposición, consideró las declaraciones de Bolsonaro como una “confesión” de que su Gobierno apostó en promover la “inmunidad colectiva mediante la contaminación” y en contra de la ciencia y la vacunación.
La comisión parlamentaria también informó que ha decidido formalizar la condición de “investigados” del actual ministro de Salud, Marcelo Queiroga, su antecesor y general del Ejército Eduardo Pazuello, y el excanciller Ernesto Araújo.
Según Renan Calheiros, instructor de la comisión, son sospechosos de haber promocionar medicinas sin eficacia contra el coronavirus, obstaculizar la compra de vacunas y otras “irregularidades” en el combate a la pandemia.
En la misma situación de “investigados” pasarán a estar otras once personas, algunas de las cuales, según los senadores, integran un grupo “paralelo de consejeros” de Bolsonaro frente a la pandemia.
En ese grupo figuran exfuncionarios del Gobierno y médicos que dudan de la eficacia de las vacunas y defienden lo que Bolsonaro califica de “tratamiento precoz”, adoptado en la sanidad pública de Brasil y que incluye medicamentos como la cloroquina, que según el consenso científico no tiene eficacia alguna contra la covid.
EFE