El jurado electoral de Perú inició el miércoles la evaluación de pedidos para anular votos presentados por Keiko Fujimori, que fue superada por el socialista Pedro Castillo por un estrecho margen en la reciente segunda vuelta de la elección presidencial.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE) tiene que revisar estos pedidos para declarar oficialmente al ganador de los comicios del 6 de junio, una tarea de podría demorar días y extender la incertidumbre en el segundo mayor productor mundial de cobre.
Después de las primeras horas de comenzado el proceso, el Pleno del jurado declaró infundadas, por mayoría de votos, las primeras diez apelaciones de pedidos de nulidad de Fuerza Popular al alegar un supuesto “fraude electoral”.
La decisión marca un precedente, ya que estas decisiones son las ratificaciones del órgano autónomo a las resoluciones que resolvieron los Jurados Electorales Especiales (JEE), primera instancia que rechazó el 100% de los recursos del partido fujimorista por no encontrar pruebas que sostuvieran los argumentos de Fuerza Popular.
La oficina electoral afirmó que recibió en primera instancia 1.088 pedidos para anular mesas de sufragio, aunque de ese total 281 se presentaron dentro del plazo legal. Pero el partido de Fujimori insiste, alegando supuestas firmas falsas de votantes en las mesas de votación, y ha presentado cientos de apelaciones que involucran al menos 200.000 votos.
La mayoría de los pedidos de nulidad son de sufragios de zonas muy alejadas o rurales pobres, donde la candidata conservadora e hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori no tuvo mayor apoyo.
”El jurado está obligado a examinar estas situaciones”, dijo Lourdes Flores, abogada de Fujimori, ante los magistrados del jurado electoral que comenzaron a examinar las primeras diez actas apeladas. “Hay indicios de fraude en mesa que el jurado nacional de elecciones no puede pasar por alto”, manifestó.
El partido de Castillo, que busca reescribir la Constitución, ha rechazado acusaciones de fraude y los observadores internacionales del proceso en Lima han manifestado que las elecciones fueron transparentes. La defensa del partido de Castillo, un hijo de campesinos y desconocido por la mayoría de los peruanos antes de las elecciones, desestimó en la audiencia las alegaciones de firmas falsas.
”Defendemos el voto de ciudadanos de esta patria, fundamentalmente del Perú profundo, frente a aquellos que pretenden torcer la voluntad popular y quitar el derecho de sufragio activo a miles de peruanos que han optado por un programa de cambio profundo”, dijo el abogado Ronald Gamarra.
La ajustada elección ha dividido profundamente a los peruanos y casi todos los días se registran marchas en el centro de Lima, con partidarios de Castillo y Fujimori reclamando celeridad en el proceso y el respeto por la votación popular.
En tanto, la incertidumbre y la demora de anunciar a un ganador ha afectado a los mercados financieros. La moneda peruana, el sol , cerró estable tras llegar esta semana niveles mínimos históricos. En tanto, el referencial de la Bolsa de Lima caía un leve 0,07%.
A la espera de la decisión, Castillo visitó una localidad costera a 86 kilómetros al sur de Lima afectada por un sismo de magnitud de 6.0 la noche del martes, que según las autoridades dejó diez viviendas dañadas y al menos diez heridos.
”La emergencia no tiene color político”, dijo a periodistas Castillo, quien se proclamó victorioso de las elecciones presidenciales tras culminar el conteo de sufragios, en el que quedó primero con una ventaja de 44.058 votos.
Con información de Reuters