Los indultos a los condenados por el procés son un instrumento “legítimo” que responde al “interés general” y abrirán una nueva etapa de diálogo con la Generalitat de Cataluña, pero el referéndum de autodeterminación en esa comunidad está completamente descartado. Ese fue el resumen de la intervención en el Congreso que realizó este miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para defender ante el legislativo la decisión de conceder la medida de gracia, un discurso en el que también retó al líder del PP, Pablo Casado, a que presente contra él una moción de censura tras las durísimas críticas vertidas por el líder popular en las últimas semanas.
Una semana después de que el Consejo de Ministros aprobara los indultos, Sánchez compareció ante el Congreso para explicar solemnemente una decisión, que, dijo, está “dirigida a todos los españoles y especialmente a todos los catalanes” porque debe servir para “facilitar el diálogo y la concordia”. El presidente insistió en algo que lleva semanas planteando: que la liberación de los condenados abre una nueva etapa de diálogo comparable con la Transición, porque “el tiempo no cura por si solo las heridas” y “hacen falta manos dispuestas a trabajar y audacia política” como en 1978.
Sánchez abundó en las explicaciones que ha ofrecido en las últimas semanas para justificar los indultos. Aseguró que son ampliamente apoyados por la sociedad catalana, incluida la no independentista, aunque exigió a la Generalitat que deje de considerar “invisibles” a la mitad de los ciudadanos de su comunidad porque “es imprescindible que Cataluña hable con Cataluña”. Defendió que “la discordia es un lastre para la cohesión y el avance social y político de España”. Y se mostró confiado en que “este paso puede contribuir a recuperar la convivencia”, aunque admitió que no existen “garantías” de ello.
El presidente, no obstante, siguió sin concretar cuál es su propuesta para resolver la crisis territorial de Cataluña, aunque descartó la que exigen los independentistas y le volvió a pedir este martes el president de la Generalitat, Pere Aragonès: el referéndum de independencia. “No habrá referéndum de autodeterminación”, afirmó expresamente. E insistió: “El PSOE nunca jamás” lo aceptará.
El choque con el PP
El presidente también protagonizó su primer choque del día con el PP, que ha sido muy crítico con los indultos e incluso ha llegado a poner en cuestión su legitimidad. “El indulto es una medida legal y plenamente constitucional, no solo cuando la adopta el PP”, espetó Sánchez, que recordó que todos los gobiernos de la democracia, incluidos los de José María Aznar y Mariano Rajoy, concedieron cientos de medidas de gracia. “Acertadas o no, estaban tomando decisiones políticas en base a su criterio”, sostuvo el presidente del Gobierno, que defendió además que los indultos “no cuestiona ni revisan la sentencia” del Tribunal Supremo.
“Este Gobierno es tan legítimo como uno encabezado por afiliados del PP” y tiene derecho, por ende, a tomar las mismas decisiones dentro del marco legal, insistió Sánchez. Y defendió que los responsables políticos no deben “hacer descansar” su “responsabilidad” en “la vía judicial”, aunque en España opera “el imperio de la ley y eso no va a cambiar”. “Es el tiempo de la política, y el Gobierno hará política”, prometió.
No obstante, como los populares mantienen su frontal oposición a los indultos y mantienen su exigencia de que Sánchez dimita, el presidente retó al líder del PP, Pablo Casado, a presentar una moción de censura. “Atendiendo a su oposición destructiva, la única actitud lógica y cabal que les queda sería la presentación de una moción de censura”, espetó el presidente del Gobierno, que desafió a Casado a “explicar cuáles son sus argumentos”, dejar ver cuáles son “sus apoyos” y, sobre todo, “el origen” de estos, en referencia velada a Vox.
“A nosotros lo que nos gustaría es que se sumaran a un segundo camino, el de la esperanza, que fueran una oposición europea, de Estado, porque este desafío lo superaríamos más rápido si contáramos con el PP, pero esta es su decisión”, lamentó Sánchez, que sin embargo mantuvo su “mano tendida” para que Casado se avenga a “renovar los órganos constitucionales”, entre ellos el CGPJ, que bloquea desde hace meses. Eso sí: si el PP decide “avanzar por el primer camino”, el de la moción de censura, “asuman el resultado y permitan que el Gobierno gobierne”, exigió.
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