Un policía fue muerto a tiros en la noche del miércoles en Gotemburgo, Suecia, una primicia en 14 años, anunciaron las autoridades del país nórdico, que hace frente a un grave problema de tiroteos ligados a bandas criminales.
Todavía no se ha identificado al agresor y, por el momento, no se ha detenido a ningún sospechoso.
“Estamos decididos a resolver esto. Es demasiado pronto para decir si la policía era o no el objetivo”, precisó Klas Johansson, jefe de policía de la región occidental en una conferencia de prensa.
El ataque se produjo cuando varios policías patrullaban Biskopsgården, un suburbio difícil de Gotemburgo. En ese momento, uno de ellos fue alcanzado por una bala, según las primeras investigaciones.
El agente de policía, de unos 30 años, falleció posteriormente como consecuencia de sus heridas en el hospital, añadió la policía.
La última vez que un agente de policía en servicio fue abatido como consecuencia de la violencia se remonta a 2007, en la ciudad de Nyköping, cuando un condenado por asesinato iba a ser trasladado a una clínica psiquiátrica, según la radio pública sueca.
Desde hace varios años, Suecia trata de contrarrestar el auge de las bandas criminales, que elevaron el número de tiroteos mortales y ajustes de cuentas en un país generalmente pacífico.
En 2020, se registraron más de 360 incidentes con armas de fuego en Suecia, con 47 muertos y 117 heridos, cifra sin precedentes según la policía.
Según el Consejo Sueco para la Prevención de la Delincuencia, el número de víctimas se ha duplicado con creces en una década, hasta alcanzar casi 40% de las muertes violentas en Suecia.
AFP