La espectadora que el pasado sábado causó una caída masiva en la primera etapa del Tour de Francia, y que ha estado arrestada durante casi dos días, será juzgada el próximo 14 de octubre para determinar sus eventuales responsabilidades, anunció este viernes la Fiscalía de Brest.
El fiscal, Camille Miansoni, indicó en un comunicado que la mujer, que tiene 30 años y reside en el departamento bretón de Finistère, a pocos kilómetros del lugar donde se produjo la caída, tendrá que comparecer ese día ante el Tribunal Correccional de Brest.
Miansoni había abierto una investigación judicial por los delitos de heridas involuntarias y poner en peligro la vida de terceros.
En caso de ser considerada culpable podría exponerse a una pena de cárcel de un año que podría subir hasta dos años si alguno de los ciclistas que resultaron lesionados tuvieran que estar de baja durante más de tres meses.
Las fuerzas del orden se pusieron a buscarla desde el mismo sábado, pero finalmente fue ella misma la que se presentó el miércoles en la Gendarmería de Landerneau, acompañada de su pareja.
Durante su arresto dijo sentir “vergüenza” por la “tontería” que había cometido al ondear en plena carretera al paso del pelotón una pancarta con un mensaje dirigido a sus abuelos, que son grandes aficionados del ciclismo y no se pierden las retransmisiones de la ronda francesa.
También contó que se sentía superada por el eco mediático que había tenido todo.
Inicialmente, el Tour de Francia había presentado una denuncia contra ella, pero luego anunció que la retiraba para calmar la situación y para evitar que la atención se desviara de la carrera.
Una asociación de ciclistas también denunció los hechos. Los corredores afectados por la caída, como el alemán Jasha Sutterlin y el español Marc Soler, pueden constituirse en acusación particular y reclamar indemnizaciones.
EFE