El avión presidencial de Nicolás Maduro partió hacia La Habana en medio de las protestas contra la dictadura cubana. Se trata del Airbus A319-133 (CJ), matrícula YV2984, que tiene una antigüedad de 20 años. Según informó el periodista Federico Black, citando una imagen de Flightradar, la nave está llegando a la capital cubana este viernes por la mañana. “Esos vuelos, especialmente del avión presidencial de Maduro -los tres que tiene- rara vez registran”, señaló el especialista a Infobae.
El arribo del avión presidencial venezolano a La Habana se produce en momentos en que ambos países atraviesan horas convulsionadas. Pese a que muchos especulaban en que la aeronave podría llevar armamento o fuerzas especiales represivas, ese avión es para pasajeros VIP. “Con ese vuelo, empiezan las especulaciones de qué lleva ese avión. Que si grupos represivos, etc. No puede ser, porque la configuración de ese avión -fue el que compró Hugo Chávez y fue un escándalo por el precio- es VIP. Es decir, no es para muchos pasajeros”, resaltó Black.
Pero ese avión tiene una historia. Luego de haber sido sancionado por los Estados Unidos, el régimen del Palacio de Miraflores intentó cambiar su apariencia para poder hacerlo volar. Al menos donde no podría ser embargado por autoridades norteamericanas. Es por eso que sus vuelos son restringidos a aquellas naciones con que Venezuela mantiene vínculos y sabe que no corre riesgo. “El avión está sancionado, antes su matrícula era FAV 001, pero Maduro lo camufló de Conviasa”, agregó.
Washington posó su atención sobre la nave en 2020. En su momento, el entonces secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, denunció que esta y otras aeronaves del régimen eran utilizadas “para trasladar a oficiales corruptos del régimen alrededor del mundo para impulsar el respaldo a sus esfuerzos antidemocráticos”.
Cuba y Venezuela mantienen una relación carnal desde tiempos de Chávez y Fidel Castro. En aquellos primeros años del siglo, el dictador cubano se acercó al bolivariano cuando el petróleo representaba un bálsamo para La Habana. A partir de entonces, el castrismo fue interfiriendo cada vez más en los asuntos internos venezolanos hasta ser una parte fundamental de la dictadura chavista. Qué pudo haber enviado o ido a recoger el avión presidencial de Maduro es una incógnita.
Endurecimiento de la dictadura venezolana
En Venezuela, la dictadura intensificó su hostigamiento contra voces disidentes, opositores y activistas de derechos humanos. Apenas comenzado este mes, las fuerzas chavistas detuvieron a miembros de la ONG FundaRedes. Luego, al menos 15 civiles murieron asesinados en la Cota 905, en enfrentamientos que la dictadura explicó que fueron contra grupos criminales.
Además, el pasado lunes, fue detenido el diputado Freddy Guevara y hostigado el presidente interino, Juan Guaidó. Pero la persecución no terminó allí y, en las últimas horas, se sucedieron otros hechos intimidatorios.
En tanto, en Cuba, miles de personas tomaron las calles el pasado domingo para protestar contra el régimen comunista al grito de “¡libertad!”, en una jornada inédita en décadas y que se saldó con cientos de detenidos y enfrentamientos, después de que el dictador Miguel Díaz-Canel conminara a sus partidarios a salir a enfrentar a los manifestantes.
Y, desde entonces, las autoridades ejercen un fuerte control para impedir nuevas protestas.
Los informes recibidos por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos señalan que “las estaciones de policía no reciben a los abogados contratados por los familiares para representar a los detenidos, las prisiones permanecen también cerradas y muchos detenidos han ingresado en prisión como medida cautelar y permanecen incomunicados”.
Los informes de su red de observadores, que hacen un seguimiento permanente, pese a los cortes de Internet y a las limitaciones de movimiento, señalan que hay personas que se han refugiado en el monte, huyendo de la persecución.
Denuncian también la detención de personas identificadas en los videos de las protestas publicados en redes sociales, mientras madres y familiares deambulan por los centros de detención recabando información sobre ellos.
Las protestas, las más importantes desde 1994, se producen con el país sumido en una grave crisis económica y sanitaria, con la pandemia de coronavirus fuera de control y una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos, además de largos cortes de electricidad.
La mayoría de las redes sociales y plataformas de mensajería permanecen bloqueadas en el servicio de Internet móvil en Cuba, cuatro días después de que masivas protestas contra la dictadura comunista que sacudieran el país.