Tras 10 días de protestas en Cuba: ¿Qué ha ocurrido y qué esperar?

Tras 10 días de protestas en Cuba: ¿Qué ha ocurrido y qué esperar?

Este miércoles 21 de julio de 2021 se cumplen 10 días de las protestas masivas en Cuba por la mala gestión del gobierno durante la pandemia, la falta de libertades y otras fallas del sistema socialista vigente. Reuters

 

Cuba sigue viviendo uno de los momentos más trascendentales de su historia en más de seis décadas. Hace 10 días que cientos de cubanos tomaron las calles de la isla caribeña para protestar por la mala gestión de la pandemia y para denunciar que el gobierno de Miguel Díaz-Canel había aprovechado la crisis sanitaria para subir los precios de los productos básicos.

Por Antonio Belchi / VOA





La situación sigue siendo muy convulsa en el país y, al mismo tiempo, organismos internacionales que velan por los derechos humanos y la libertad de prensa y expresión siguen con “gran preocupación” los actos de “represión” e “intimidación” que achacan a las autoridades cubanas contra los críticos al gobierno.

Pero muchos se preguntan qué más tiene que pasar para que haya un cambio sustancial en el rumbo de Cuba como piden muchos cubanos dentro y fuera de la isla y si estas movilizaciones van a tener algún efecto. Por ahora, permanecen en las cárceles cientos de manifestantes que fueron arrestados el domingo 11 de julio en pleno apogeo de las protestas. La mayoría ha sido acusada de supuesto “desorden público”.

Laritza Diversent, directora ejecutiva de Cubalex, una organización sin fines de lucro fundada en Cuba que vela por los derechos humanos en la isla, reconoce que, a pesar de las “detenciones arbitrarias”, la gente dentro de la isla “ha perdido el miedo a denunciar públicamente la situación”.

¿Qué dice la Constitución de Cuba sobre el derecho a protesta?

Diversent, que además es activista y abogada explica que la Constitución de Cuba “reconoce el derecho a la manifestación”, aunque, eso sí, “condiciona el ejercicio del derecho a una ley”.

“En la actualidad no existe una ley en el país que regule la forma en que las personas protesten. Es decir, no hay ningún procedimiento legal al respecto”, expone Diversent en declaraciones a la Voz de América.

En esa línea, la también defensora de los derechos humanos indicó que los manifestantes tomaron las calles “de forma pacífica” por lo que, insiste, las detenciones se están realizando de forma “arbitraria” y “discriminatoria”.

“Se aplica y se ha aplicado selectivamente la ley de forma arbitraria y discriminatoria para aquellas personas que decidieron manifestarse en contra del Partido Comunista”, agrega al respecto.

“Es sumamente preocupante ver cómo todavía hay personas que no han podido recibir información sobre su ser querido que ha sido alegadamente detenido en el contexto de las protestas”.

Elina Castillo Jiménez, portavoz y encargada de campañas para el Caribe de Amnistía Internacional.

¿A qué sanciones se podrían enfrentar manifestantes arrestados en las protestas?

La abogada Diversent denunció que muchos de los que salieron a protestar y que han sido arrestados se les está privando de libertad, mientras que en otros casos se imponen sanciones de 5.000 pesos cubanos -poco más de 200 dólares al cambio-, lo que supone “una cifra bastante elevada para cualquier familia”.

“Por otro lado también se están hablando de hasta tres años de privación de libertad por una imputación que no es delito”, dijo a la VOA.

Por su parte, Elina Castillo Jiménez, portavoz y encargada de campañas para el Caribe de Amnistía Internacional, reconoce que es “difícil” predecir las penas a las que se enfrentarían pero desde esa organización recuerdan que “no sería la primera vez que las autoridades cubanas utilizan el sistema penal o criminal para silenciar voces disidentes”.

“Algunos de los delitos que se suelen utilizar en este contexto se refieren a desacato o resistencia que, desde nuestra perspectiva, algunos de estos son incompatibles con el derecho internacional de los derechos humanos y ni siquiera deberían ser considerados por las autoridades”, subraya.

 

 

Díaz-Canel apoya los arrestos

El presidente cubano, a través de una comparecencia pública, aseguró que los detenidos en las protestas serán juzgados “sin abusos”, con “garantías procesales” y “recibirán la aplicación de las leyes en su justa medida”.

Además, Díaz-Canel insistió en que los arrestos se produjeron porque los manifestantes habían cometido “hechos que atentan contra la Constitución”, a pesar de que la Carta Magna cubana reconoce el derecho a protestar.

Al mismo tiempo, defendió el operativo policial para frenar las manifestaciones en la isla y recalcó que “igual hay que pedir disculpas a quienes en medio de la confusión fueron maltratados injustamente”.

Amnistía Internacional admite “preocupación” por los arrestos

Tras las históricas movilizaciones en la isla, algo que no se veía desde las protestas contra el gobierno del fallecido expresidente Fidel Castro en 1994 -conocidas como el “Maleconazo”- organizaciones como Amnistía Internacional siguen “con preocupación” la postura adoptada por las autoridades de La Habana “usando excesivamente la fuerza” contra los manifestantes y realizando arrestos “arbitrarios”.

“Es sumamente preocupante ver cómo todavía hay personas que no han podido recibir información sobre su ser querido que ha sido alegadamente detenido en el contexto de las protestas”, afirma la portavoz de Amnistía Internacional.

La organización internacional critica la “retórica estigmatizante” utilizada por el presidente cubano para, según ella, “criminalizar” a los que participaron en las movilizaciones para protestar por la situación en Cuba, cuya crisis social, sanitaria y política se ha agudizado en los últimos tiempos a raíz de la pandemia.

“Pudimos confirmar que, por ejemplo, representantes de la Fiscalía General y del Ministerio del Interior anunciaron en la televisión estatal que estaban investigando la responsabilidad individual de quienes organizaron o instigaron las protestas. Nos parece que esto genera un riesgo importante, no solamente por la garantía de la libertad de expresión, pero también por la integridad y la seguridad de quienes libremente han ejercido su derecho a la libertad de expresión a través de la toma de las calles”, añadió sobre la situación.

Cuba: ¿Y ahora qué?

Las voces del exilio cubano aseguran que estas protestas van a marcar un antes y un después en el rumbo de Cuba, una opinión que también se comparte desde Amnistía Internacional.

“Estas protestas deberían de marcar el inicio de cambios en la sociedad cubano, camibos hacia la garantía de derechos humanos, cambios hacia la apertura de un verdadero diálogo plural, diverso, genuino entre las autoridades cubanas y distintas partes de la sociedad, sobretodo de la sociedad civil independiente”, expresó Castillo Jiménez a la VOA.

Sin embargo, la situación parece no tener solución al menos a corto plazo porque, según explicó, “las autoridades cubanas pretenden mantenerse en la postura de seguir reprimiendo a quienes se expresan libremente y a quienes pretenden defender los derechos humanos”.

“La catástrofe humanitaria será clave para el cambio”

Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders, una organización sin ánimo de lucro de defensa de la democracia que ha centrado gran parte de su trabajo en Cuba, aporta un elemento más a esta profunda crisis en el país caribeño: la situación humanitaria.

Argumenta que además de la crisis de derechos humanos que hay en el país, el agravamiento de la situación humanitaria, con los problemas de suministros de alimentos y la pésima gestión sanitaria, será clave para que “definitivamente” cambien las cosas.

“La situación en Cuba se encamina hacia una crisis no solamente de derechos, que ahora mismo es máxima y que ha sido durante muchos años, sino también a una crisis humanitaria derivada de la represión”, expone Larrondo en conversación con la VOA. Al mismo tiempo advierte que “esto va a provocar que el pueblo y los propios miembros del ejército tengan que tomar cartas en el asunto: unos reclamando sus derechos y los otros disintiendo el orden establecido”.

Todo sería posible también “con la desaparición de varios altos cargos del ejército” en departamentos gubernamentales estratégicos.

Con todo, sostiene que “si el colapso se produce desde dentro, que es casi la mejor opción, mucho más que la intervención militar exterior”, la dictadura cubana estaría ante el final de sus días.

“Hay que apoyar para que eso pase, y hay que apoyarlo con mensajes a funcionarios para que eviten la violencia y la represión”, explicaba refiriéndose a los pedidos que la comunidad internacional ha hecho sobre la crisis cubana.